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foto Julien Crosnier / FFT |
Carlos Alcaraz sigue firme en su camino hacia un nuevo título en Roland Garros. El español superó una dura prueba ante Ben Shelton para avanzar a los cuartos de final del torneo parisino, en un duelo exigente que puso a prueba su capacidad de adaptación, temple y estrategia. Además, alcanzó un hito significativo: su victoria número 100 en tierra batida.
El segundo sembrado del torneo venció al estadounidense, decimotercer cabeza de serie, por 7-6 (10-8), 6-3, 4-6 y 6-4, en un partido de tres horas y 19 minutos que comenzó por la tarde y se extendió hasta entrada la noche en la Philippe-Chatrier.
Alcaraz volvió a demostrar por qué es considerado el mejor tenista del momento en arcilla. Aunque por momentos dejó de lado su habitual espectacularidad, supo sufrir, adaptarse y ganar. En los Grand Slams, no siempre se trata de brillar, sino de avanzar. Y el murciano cumplió.
Shelton, que se aferra a su poderoso servicio y a un efectivo drop-shot, exigió al español y le arrebató un set, pero no fue suficiente. El estadounidense, que ya había caído dos veces antes ante Alcaraz, sumó su tercer revés ante el murciano, quien se mostró letal en los momentos de presión.
La batalla comenzó con un vibrante primer set, que se alargó hasta el desempate y duró 65 minutos. Shelton mostró todo su arsenal, incluido un servicio que alcanzó los 230 km/h y una derecha paralela con la que hizo daño. Alcaraz, sin embargo, no perdió la calma pese a estar 4-1 abajo en el tiebreak. Recuperó el minibreak con un puntazo tras una resbalada de Shelton y salvó hasta tres bolas de set, utilizando el revés del estadounidense como blanco estratégico.
Ya en el segundo set, Shelton tuvo seis oportunidades de quiebre en el juego inicial, pero Alcaraz resistió y logró el break decisivo en el sexto juego. El tercero fue para el estadounidense, que logró finalmente quebrar, pero el español respondió de inmediato. El cuarto set, nuevamente igualado, se rompió a favor de Alcaraz con dos tiros consecutivos al revés de Shelton, clave durante todo el encuentro.
Más allá del talento, Alcaraz dejó claro que su fortaleza mental también marca la diferencia. “Hoy luché contra mí mismo, contra la mente. Solo intenté calmarme. A veces estaba furioso conmigo mismo, pero logré que esos pensamientos no me perjudicaran”, confesó tras el encuentro.
Alcaraz se medirá ahora con otro estadounidense, Tommy Paul, quien venció a Alexei Popyrin con autoridad (6-3, 6-3, 6-3) para convertirse en el primer jugador de su país en alcanzar los cuartos de final de Roland Garros desde André Agassi en 2003. El español domina el historial ante Paul por 4-2.
Con títulos ya este año en Montecarlo y Roma, Carlos Alcaraz apunta a su tercer trofeo en tierra batida de 2025 y al segundo en Roland Garros. Su tenis sigue mezclando potencia, imaginación y madurez táctica. El objetivo está claro, y el murciano parece preparado para todo.
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