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foto @nyjets (X) |
La semana 3 de la NFL vio a los New York Jets imponerse de manera categórica sobre los New England Patriots con una victoria por 24-3, rompiendo una nefasta racha de 15 derrotas consecutivas contra su rival divisional. En un duelo que se preveía más equilibrado, los Jets dominaron desde el principio, guiados por una excelente actuación de Aaron Rodgers, quien lanzó para 281 yardas y dos touchdowns.
Rodgers demostró que, a sus 40 años, aún posee la movilidad y visión que lo han hecho legendario, conectando con precisión a sus receptores más confiables como Allen Lazard y Garrett Wilson. La dupla de corredores Breece Hall y Braelon Allen complementó el ataque con 151 yardas combinadas y un touchdown, mostrando un equilibrio ofensivo que será clave para los Jets esta temporada.
Por otro lado, los Patriots fueron completamente neutralizados. Jacoby Brissett no pudo superar la férrea defensiva de los Jets, logrando solo 98 yardas por aire sin un pase de anotación. El juego terrestre tampoco funcionó para New England, con un Rhamondre Stevenson ineficaz, acumulando solo 23 yardas. La ofensiva de los Patriots quedó atrapada en una frustrante noche, sin respuestas ante la presión de los Jets.
Esta victoria marca un nuevo capítulo para los Jets, quienes finalmente han encontrado una forma de superar a los Patriots tras años de dominio de New England. Con esta derrota, los Patriots tendrán que replantearse su estrategia para las semanas venideras, mientras que los Jets buscarán continuar su buen momento en la temporada.
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