La checa Barbora Krejcikova se corona en Wimbledon en tres sets

foto AELTC/Thomas Lovelock

 

En una temporada llena de altibajos y desafíos, la checa Barbora Krejcikova resurgió en Wimbledon, logrando su segundo título de Grand Slam al vencer en la final a la italiana Jasmine Paolini con parciales de 6-2, 2-6 y 6-4. Este triunfo no solo marca un hito en su carrera, sino que también la posiciona nuevamente entre las mejores tenistas del mundo.

Krejcikova, de 28 años, llegó al All England Club como la 31ª sembrada, habiendo ganado solo tres partidos en los últimos cinco meses debido a una lesión de espalda que la mantuvo fuera de las canchas. Sin embargo, su determinación y experiencia se hicieron evidentes desde las primeras rondas del torneo, superando cada obstáculo con una notable combinación de potencia y estrategia.

En la final, Krejcikova mostró su mejor versión en un partido igualado contra Paolini. La checa dominó el primer set con su potente servicio, logrando cinco aces y un 73% de puntos ganados con su primer saque. A pesar de un revés en el segundo set, donde Paolini reaccionó y se llevó el parcial, Krejcikova recuperó su nivel en el decisivo tercer set para cerrar el encuentro con autoridad.

Con esta victoria, Krejcikova suma su segundo título de Grand Slam, habiendo ganado anteriormente el Abierto de Francia en 2021. Este triunfo la catapulta al puesto 10 del ranking de la WTA, una posición que refleja su capacidad para competir al más alto nivel incluso después de enfrentar serias dificultades físicas.

El éxito de Krejcikova en Wimbledon la convierte en la octava campeona diferente en las últimas ocho ediciones del torneo, un testimonio de la competitividad y diversidad en el tenis femenino actual. Además, es la cuarta checa en ganar Wimbledon en la Era Abierta, uniéndose a Jana Novotna, Petra Kvitova y Marketa Vondrousova.

Por su parte, Jasmine Paolini también ha tenido una destacada temporada. A pesar de perder su segunda final de Grand Slam del año, tras haber sido derrotada en Roland Garros por Iga Swiatek, su consistencia y rendimiento la han establecido como una de las jugadoras más prometedoras del circuito. Paolini, quien busca darle a Italia su primer título de Wimbledon, ha demostrado ser una tenista de élite, alcanzando la final en dos de los torneos más prestigiosos del mundo en la misma temporada.