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foto @Wimbledon (X) |
Novak Djokovic demostró una vez más su capacidad de resiliencia al remontar un partido complicado contra el australiano Alexei Popyrin, imponiéndose finalmente por 4-6, 6-3, 6-4 y 7-6(3). El siete veces campeón de Wimbledon, a pesar de comenzar perdiendo, supo manejar la situación para avanzar a octavos de final por octava edición consecutiva.
El partido comenzó con un sobresalto para Djokovic, quien perdió el primer set 4-6 ante un Popyrin decidido y efectivo. El australiano aprovechó su única oportunidad de break en el primer parcial para adelantarse en el marcador, mostrando un servicio sólido y un juego agresivo que incomodó al serbio. Este tropiezo inicial dejó a Djokovic visiblemente frustrado, especialmente tras perder un set ante un rival considerado inferior en el ranking.
El cambio crucial en el partido llegó tras el cierre del techo de la Pista Central debido a la amenaza de lluvia. Con el ambiente más controlado y sin las inclemencias del clima, Djokovic recuperó su mejor nivel. Este cambio de condiciones benefició al serbio, quien desplegó un tenis más consistente y agresivo.
A partir del segundo set, Djokovic mostró por qué es uno de los mejores de la historia. Ganó el segundo parcial 6-3, activando lo que muchos llaman su 'modo remontada'. En el tercer set, un temprano quiebre de servicio a favor del serbio marcó la pauta para el resto del parcial, que cerró 6-4. Popyrin luchó y mostró momentos de gran tenis, pero no pudo sostener la presión constante impuesta por Djokovic.
El cuarto set fue el más disputado, con Popyrin elevando su nivel y mostrando una gran resistencia. El australiano incluso salvó tres bolas de rotura en el undécimo juego, demostrando carácter y calidad. Sin embargo, en el tie-break, la experiencia y el temple de Djokovic prevalecieron. El serbio dominó el desempate, llevándose el set 7-6(3) y, con ello, el partido.
En un momento particular del segundo set, el partido fue interrumpido brevemente para celebrar la clasificación de Inglaterra a las semifinales de la Eurocopa. Tanto Djokovic como Popyrin se lo tomaron con humor, interactuando con el público y relajando la tensión del encuentro.
Con esta victoria, Djokovic se medirá en octavos de final contra el joven danés Holger Rune, quien viene de una dura batalla en cinco sets contra el francés Quentin Halys. Será un desafío interesante para el serbio, que buscará seguir avanzando en su 'pretemporada' particular en Wimbledon.
El servicio de Djokovic, especialmente en los momentos clave, fue crucial. Su consistencia al sacar y su capacidad para devolver los potentes servicios de Popyrin le permitieron controlar el ritmo del partido desde el segundo set en adelante.
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