![]() |
Foto: ATPWorldTour twitter |
Tenía que ser de nuevo en Estocolmo donde el argentino regresara a una final ATP. Tras vencer a Verdasco, luchará por el título ante Dimitrov.
Un año entero sin disputar una final profesional es demasiado para un gigante como Juan Martín Del Potro. El de Tandil se quitó la espina este sábado en Estocolmo derrotando a Fernando Verdasco (6-7, 6-4, 7-6) y citarse con Grigor Dimitrov mañana en la última ronda del cuadro. Una victoria trabajada que le permite seguir soñando con sumar los puntos necesarios que le acerquen al próximo Masters de Londres.
Verdasco tiene cosas buenas y cosas malas. Las segundas no es momento de enumerarlas. Y de las buenas, hoy había una que seguro veríamos en pista. Cada vez que hay un rival fuerte en pista, Fernando se crece. Siempre da la cara, siempre compite, da problemas, sea cual sea el desenlace. Del Potro era el hombre a batir en Estocolmo, torneo indoor, precisamente las condiciones que se dieron hace unos años en San José en la única victoria en su carrera sobre el argentino. No iba a ser fácil, ya que hablamos del vigente defensor del título, pero el español no iba a dejarse hoy nada en vestuarios.
El inicio iba a ser clave y justo ahí vimos esa ganas de morder de Verdasco desde el segundo uno. Break de salida y 2-0 arriba para comandar la nave. Esa ventaja se perdería más adelante pero del set no se iría en balde. En el desempate, cuando más determinación hace falta cuando juegas ante los grandes, Fernando cerró con un 7-4 su favor que le ponía a un paso de la final de Estocolmo, una final en la que ya esperaba Grigor Dimitrov, otro ex campeón del certamen sueco.
Pero Del Potro es mucho Del Potro y perder un parcial en el tie-break no iba a ser suficiente como para acabar con sus aspiraciones. Cerró el puño, tiró más duro y aprovechó mejor sus oportunidades en la reanudación. Otro asalto muy apretado que se llevaría el de Tandil por 6-4 gracias a un solo break firmado en el tercer juego, otra vez en el inicio. Tablas en el marcador, todo por disputar y la sensación de que las mangas se estaban decidiendo en los primeros compases de los mismos.
Para no saltarse el guión, el set definitivo volvía a regalarnos emociones fuertes desde el comienzo: tres juegos y dos breaks. Uno para cada uno, con lo que ninguno conseguía avanzar en su objetivo. De nuevo el desempate dictaría sentencia, solo que ahora el madrileño no tendría tanta suerte. De hecho, no tendría ninguna. Allí apareció el mejor Juan Martín para firmar un contundente 7-1 para enviarle al domingo a luchar por el título ante Dimitrov. Un año después, el argentino sueña con revalidar trono en Suecia.
Fuente: Punto de Break
0 comentarios:
Publicar un comentario