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Foto: GarbiMuguruza twitter |
Garbiñe Muguruza y Svetlana Kuznetsova jugaron una nueva batalla bajo el sol de Cincinnati. En el primer turno del orden de juego, con el calor y la humedad golpeando el cemento azul de la pista central, española y rusa agotaron sus reservas durante en las casi tres horas de partido. En el desenlace, Garbiñe se anotó otro de esos triunfos que afianzan su estatus y la reconocen como una de las jugadoras a batir dentro del circuito. Muguruza sabe adoptar diferentes papeles, compitiendo desde la superioridad o desde la inferioridad, esperando su momento si las cosas se tuercen.
Antes de la batalla más exigente, del cuerpo a cuerpo, de resistir mental y físicamente, el duelo arranca con Garbiñe ofreciendo su versión más completa, la que mezcla paciencia y agresividad con delicadeza y talento. La exnúmero 2 del mundo, que no tiene en el servicio su mejor aliado, errático y sin demasiada velocidad, conjuga el tiro ganador con los puntos más elaborados. Versatil desde el fondo, subiendo a cerrar y abriendo ángulos, Muguruza demuestra que puede ser mejor que cualquier en cualquier estilo. Ante Sveta, consistente y completa, Garbiñe pone un plus. Más consistente y completa.
Con ventaja de 6-3 y 3-1, la rusa aprieta y fuerza las cosas en pos de encontrar alguna duda en la campeona de Wimbledon. Kuznetsova encuentra mucho mejor los paralelos, acorta los puntos y defiende con más prestancia. Su técnico, Carlos Martínez, así s elo hace saber tras empatar el choque por 7-5. Desde ahí comienza un reto para ambas, pues las fuerzas descienden y los mensajes transmitidos en dicha dificultad tienen un valor doble.
Y ahí comienza la enésima prueba de que Muguruza, conectada y enfocada en solucionar las cosas, en aportar una mayor dosis de concentración, responde como una de las mejores del mundo. Si bien ambas sacan fuerzas para romper el serivico de su rival de manera consecutiva, de no regalar un metro de psita y empeñarse en no fallar pelotas que el agotamiento provoca, es la española la que finalmente aguanta más. Su rostro, a mitad de camino entre el cansancio y el hambre, afilado por su puesta a punto física en los últimos meses, es la imagen de la competitividad.
Muguruza rompe en el undécimo juego del partido para luchar por la final de Cincinnati mañana sábado. Independientemente de qué lado de la moneda salga, Garbiñe puede decir claramente que ha aprendido y comprendido la fase de su carrera en la que puede ser la mejor del circuito. Tras ganar Wimbledon, cada vez compite y juega mejor.
Fuente: Punto de Break
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