El juego ¨sucio¨ de Simeone

Muchos critican el juego de Simeone, muchos critican al Atlético de Madrid por desarrollar un juego defensivo y muchos dicen que es horrible como juegan, sin embargo, este Atlético tiene varios elementos que muchos "grandes" no tienen, el juego de los millones no es una característica del Atleti, las grandes figuras no son las que tocan la cancha, es un equipo totalmente lleno de obreros, consagrados a su camiseta pero sobre todo, le creen a su técnico, y siempre salen a hacer lo que deben hacer, nada más, nada menos.

Pero por qué? un equipo "que juega feo" le gana a los grandes y ahora está en la final de la Liga de Campeones, es difícil saberlo, porque en el fútbol, no hay nada escrito ni lo habrá, sin embargo, puede ser su táctica, su efectividad, su entrega, su paciencia o sus tiempos. 

El mérito es totalmente del técnico, muchos han tenido en sus equipos grandes jugadores y no han logrado lo que este Atlético ha logrado o por lo menos lo está logrando, cada vez que entran a la cancha los miran con respeto, es un equipo complicado en defensa, pero efectivo a la hora de definir, son mortales y hoy, al final del partido con el Bayern no fue la excepción, lo comprobaron una vez más, lograron lo que vinieron hacer: clasificar a la final, es un equipo que juega un partido a la vez, un equipo que tiene un discurso claro, centrado y lógico, un equipo bien manejado, es un equipo que saca resultados.

Aquellos tiempos del juego bonito, de la gambeta, de la vistosidad, hace mucho tiempo no gana nada, el fútbol de hoy es más práctico, es por eso, que cuando equipos como el Barcelona tocan y tocan y tocan ante los ojos del mundo se convierte en uno de los mejores, porque llenan sus vitrinas de trofeos, pero quien con esa nómina no debería llenarlos? pero a diferencia del Atlético, el Barcelona ya no está, así que quién es mejor?

Esperemos como termina esta historia, pero lo que sí es un hecho, es que este Atlético 2016 es uno de los mejores de todos los tiempos y todo gracias a Diego Pablo Simeone.