Zorros del Atlas ganaba, pero se dejó alcanzar por el León

Foto: LigaMx.net

Atlas, adivine usted, sí… no ganó. Domaba a la Fiera y cerca del final, otra vez, un error le costó los tres puntos y de paso dejar el humillante sótano general. No hay nada que festejar para la gente que presenció el 1-1, no hubo aplausos, ni porras, ni risas. 

El primer latigazo llegó en las botas del circense Jefferson Duque al 23’. La jugada nació en los “pantalones” de Egidio Arévalo, quien a trompicones se sacó los embates de tres fieras y filtró, apenas, para la internada al escenario del “novel” Edson Rivera. Sobre la marcha y con la banda a plenitud, Rivera sacó un latigazo al corazón del área. El centro rompió el área y las piernas de Yarbrough. En la línea de gol recibió Duque, quien solo necesitaba empujar y así lo hizo. Gol de Atlas. Costas sonrió, pocas veces se ve eso en el Jalisco. 

Tras el show de Atlas, la Fiera recuperó protagonismo. Los embates de Boselli, Burbano y Hernández pusieron miedo real en los guantes aun secos, de Fraga. En todas, la mala pegada de los panzas verdes evitaron la caída de la meta rojinegra. Era cuestión de tiempo. 

La Fiera pasó de imponer miedo, a entrar en pánico. Atlas intentaba domarlo. Ni la refrescada en punta con la incursión de Juan Ezequiel Cuevas, ni la constante solicitud por aire de la testa de Boselli, permitieron a los hombres del Bajío encontrar igualdad. Atlas caminaba con preocupante pasividad. 

El domador se relajó y el León atacó. Al 75’, en una jugada sin mucho, sin nada a decir verdad, Madueña regaló un tiro de esquina. Las botas de Cano pusieron un centro a primer palo, a donde la testa de Duque solo logró peinar, más no despejar. El balón cayó al área chica, donde sigilosa y feroz esperaba la mejor bestia de la manada. Boselli empujó el balón y marcó. León empató y soñaba, más de cerca, con una fiesta de verdad, la Fiesta Grande de la Liguilla. 

Se cerró el telón en el circo tapatío. 27,522 personas, un entradón poniendo en consideración el paso actual del dueño de casa, silbaron al zorro. El empate fue lo más justo, lo que dejó de hacer León y lo mucho que pudo hacer Atlas. No perder fue ganancia. 

Fuente: futbolpasion