Golden State sufrió más de lo esperado y estuvo cerca de perder su segundo partido consecutivo por primera vez esta temporada. Minnesota puso las cosas difíciles y los Warriors vencieron de forma ajustada por 104 a 109.
En una nueva mala noche de Stephen Curry, fueron otros los que tuvieron que tirar del carro para conseguir alcanzar las 63 victorias antes que nadie en la historia de la NBA.
Draymond Green fue el principal artífice del triunfo local con sus 24 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias. El secundario fue el habitual, Klay Thompson, quien terminó con 17 puntos encestando 5 de 5 en triples y errando los 9 tiros de dos puntos que intentó. Curry, a pesar de su escaso acierto, rozó el triple-doble con 19 puntos, 11 asistencias y 7 rebotes. El MVP falló 11 de los 17 tiros que lanzó.
Por los Timberwolves los más destacados fueron Andrew Wiggins con 25 puntos, Karl-Anthony Towns con 24 puntos y 11 rebotes, Ricky Rubio con 20 puntos y 11 asistencias y Zach LaVine con 19 tantos y 4 asistencias.
El entrenador de los Wolves, Sam Mitchell, decidió utilizar contra los Warriors la misma estrategia defensiva que emplearon los Spurs el sábado que tan buenos resultados les dio a los tejanos. Ante el mismo tipo de defensa, los Warriors volvieron sufrir.
“San Antonio hizo un gran trabajo y nosotros imitamos su plan”, explicó Rubio. “Es diferente a lo que solemos hacer, pero creo que lo hicimos bien”.
Fuente: NBAmaniacs
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