A los 34 años, Lleyton Hewitt jugó su último partido como profesional y lo hizo en su casa, el Abierto de Australia, torneo que nunca pudo ganar en su carrera, en la que fue número uno del mundo durante 80 semanas y ganó 20 títulos, entre ellos el US Open 2001 y Wimbledon 2002.
Hewitt mostró bastante coraje ante el español. Sin embargo, no le alcanzó para evitar una caída por 6-2, 6-4 y 6-4. Durante el partido se enfrascó en una discusión con el juez de silla Pascal Maria, quien le aplicó una advertencia por un insulto. "Eres un maldito idiota, por eso todos en el vestuario piensan que te crees muy importante", le dijo.
Luego de consumar su triunfo, Ferrer abrazó a su rival y le expresó "Felicitaciones por tu gran carrera". Luego, Hewitt se acercó al juez para darle la mano y ofrecerle disculpas, al tiempo que las 15 mil personas le brindaban una ovación.
Inmediatamente, comenzó a emitirse un video por las pantallas del court, en donde figuras como Novak Djokovic, Roger Federer, Rafael Nadal, Andy Murray y Nick Kyrgios le expresaban sus sentimientos. A esa altura, el tenista estaba acompañado por sus tres hijos, Cruz, Mia Rebecca y Ava Sydney.
Ferrer, también emocionado, le pidió la camiseta. "Es un día triste, porque se termina la carrera de alguien que fue un ídolo para mí, un jugador fantástico. Es una noche especial para mi carrera haber estado en el último partido de Lleyton, que luchó hasta la última pelota, como siempre. Nunca tuve ídolos, pero él sí lo fue, y es del único jugador que tengo una camiseta firmada en el museo de mi casa", manifestó.
"Siento que entregué todo lo que tenía, que ya no podía pedirle nada más a mi cuerpo, al que llevé hasta el límite. Este es un momento extraño, en el que a uno se le vienen muchas cosas a la cabeza, pero siento que me voy a mi modo", confesó Hewitt en su última conferencia de prensa, a la que asistió con su familia, y que terminó con un brindis con champagne presentado por Craig Tiley, director del abierto australiano.
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