Escrita
por el Gordo Cebollas.
Hoy
domingo por la mañana, había una nutrida programación deportiva en todos los
canales de televisión, desde temprano un juego de Americano desde el Wembley
Stadium en Londres, la carrera de formula uno desde México, el juego del
Toluca- América desde la Bombonera, más tarde el juego del Pachuca- Chivas;
además de múltiples partidos de la NFL; el quinto juego de la serie mundial
entre los Mets de New York y los Reales de Kansas City, y por si fuera poco hace un par de días comenzaron
los juego de la NBA. Un domingo perfecto para chelear, comer bien y sentarse
frente a la tele listo para engordar por lo menos un par de kilos entre las
botanas, los tacos, el chicharrón en salsa verde y las tostadas de pata.
Surgió
el primer problema muy temprano, cuando me disponía a tomar mi primer café del
día me encontré con la lista del super en la mesa, intenté hacerme el loco pero
escuche la voz de la patrona:
-
Gordo te dejé la lista del super encima de la mesa!
Me
quedé callado y sin respirar siquiera tratando de fingir que no había
escuchado…
-
Porfa vas temprano, porque tenemos mucho que hacer…
Dijo:
“Tenemos”. El pulso se me aceleró, pero con mi experiencia no repelé nada y
solo asentí con voz dulce:
-
Ok…
El Segundo
golpe bajo sucedió cuando vi la lista del super: Lechugas, acelgas, kale, tomates,
calabacitas y así se sucedía una larga lista de comestibles casi todos de color
verde! No estaban mis papitas Lays, o el chicharrón, y de las chelas ninguna mención… Decidí quedarme callado para no crear un
ambiente incómodo durante mi domingo deportivo.
Además
si yo iba al super podría modificar un poco la lista de compras, he incluir
todo lo que se me antojara.
Me
serví el café en un vaso de metal, agarré la lista de encima de la mesa, tome
mis llaves y salí por la puerta de atrás silenciosamente rumbo al coche.
Frente
al coche me esperaba mi mujer con una cara de triunfo anticipado, y como si le
hablara al perro me dijo:
-
Yo te acompaño al super y tu me acompañas a la casa de Margaret a
recoger unas cosas; y luego yo te preparo un lunch saludable, mientras tu me
ayudas a poner la ropa en la lavadora…
Mis
paciencia se acabó, sentí como algo subía del estómago a la cabeza, y bajo al
estómago y subió nuevamente a la cabeza; y este sube y baja, solo aumento mi encabronamiento,
hasta ese momento contenido. Y mientras mi cabeza me decía no te enojes… El que
se enoja pierde… cálmate… no te enojes… mi boca se abrió y como si funcionara
sola, comenzó a hablar:
-
No quiero ir al super! Ya estoy hasta las narices de las malditas
ensaladas! Y que la ropa la lave tu madre!
En ese momento me acordé que su madre había
muerto hacía cinco años. Un silencio aterrador se levantó entre nosotros, y
luego con un hilito de voz me dijo:
-
Yo no quería molestarte, solo quería que pasáramos el día juntos,
además mi Mamá murió hace unos años, y eso fue muy cruel de tu parte…
Y se
puso a llorar.
Maldita
la hora en que abrí la boca.
En ese
punto ya sabía que el partido desde Wembley estaba perdido. El del Toluca
también porque estaría en el super comprando lechugas que me tocaría tragármelas
más tarde, y con un poco de suerte vería el juego de beisbol, mientras lavaba y
doblaba la ropa…
-Ya
cálmate, no llores en la calle que los vecinos nos están viendo…
-Te
importan más lo vecinos que yo…
- No,
tú eres lo más importante para mí, pero las vecinas de enfrente son gringas,
lesbianas y feministas, y no tardan en llamar a la policía…
-Buuuu…sniff,
sniff y buuuu…
A la
mierda con el béisbol, si tenía suerte vería los juegos de la NBA por la noche…
-Ok
vamos al super, y luego te acompaño donde quieras…
Ese fue
un error de principiantes, pero paró de llorar inmediatamente.
Mi
domingo se convirtió en una ida al super, comer tres ensaladas: una con nueces,
una con salsa de fresas y la tercera con queso y tomates. Mientras se lavaba la
ropa, me tocó limpiar el baño y finalmente doblé y puse en su lugar la ropa.
A las
nueve de la noche y cuando me disponía a sentarme finalmente a ver ESPN, encontré a mi mujer con una sonrisa
maravillosa, sentada en el sillón de la sala, viendo algo en mi tele.
-Ven
siéntate un ratito conmigo…
Vimos
tres episodios de la telenovela Celia que tenía grabado en el VCR…
Todo
por abrir la boca -pensé-.
Estaba
tan cansado que me quedé dormido en la sala.
A la
mañana siguiente me enteré que el América le ganó al Toluca 3-2 en un buen
juego. Que los Santos de Nueva Orleans en un juego que rompió varios records le
ganó a los Gigantes por 52-49 en el último segundo; y que las Chivas empataron
a cuatro con el Pachuca. De los demás resultados ya me iré enterando durante el
día.
Lo
bueno es que hoy lunes hay juego de los Colts de Indianápolis, con los Panteras
de Carolina por la noche… Después del
trabajo paso a comprar unas chelas y unas botanas antes de llegar a casa, para
ver el juego…
GC
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