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En un duelo cargado de tensión y frustración, Inter de Milán venció 2-0 a River Plate en el Lumen Field de Seattle y selló su pase a los Octavos de Final del Mundial de Clubes 2025 como líder del Grupo E. La derrota, combinada con la goleada de Monterrey sobre Urawa Reds, dejó a los dirigidos por Marcelo Gallardo fuera del torneo.

El equipo argentino comenzó con ímpetu y generó ocasiones a través de Claudio Echeverri y Mastantuono, quien exigió a Yann Sommer con un potente disparo al minuto 12. Sin embargo, la expulsión de Lucas Martínez Quarta al 66’, tras frenar a Henrikh Mkhitaryan en un mano a mano, inclinó el duelo en favor de los italianos.

Francesco Pio Esposito, a los 72 minutos, rompió el empate con un remate cruzado tras asistencia de Petar Sucic. Inter manejó los tiempos del partido con jerarquía, y River, pese a los ingresos de Pezzella, Borja y Lanzini, no logró inquietar a la zaga rival.

En el tiempo añadido, Alessandro Bastoni sentenció el marcador con un gol desde fuera del área (90+3’) que confirmó el dominio nerazzurro y liquidó las esperanzas millonarias. Para colmo, Gonzalo Montiel fue expulsado por doble amarilla en los últimos instantes.

El partido terminó con un conato de bronca entre Marcos Acuña y Denzel Dumfries, quienes intercambiaron empujones y palabras subidas de tono. La situación no pasó a mayores gracias a la intervención del cuerpo técnico.

Inter finalizó la fase de grupos con 7 puntos, seguido por Monterrey (5), que goleó 4-0 a Urawa Reds y se metió a Octavos de Final. River Plate quedó tercero con 4 unidades, mientras que el equipo japonés cerró sin puntos ni goles.

El conjunto de Simone Inzaghi, con Lautaro Martínez como referente ofensivo, enfrentará en la siguiente ronda al brasileño Fluminense. El Inter confirmó su condición de candidato con autoridad, mientras que River se despide de la competencia con más frustraciones que certezas.

foto noticierosgrem

River Plate comenzó con el pie derecho su participación en el Mundial de Clubes 2025 al imponerse 3-1 ante Urawa Red Diamonds en el Lumen Field, en un duelo correspondiente al Grupo E. Con tres goles de cabeza, el equipo dirigido por Marcelo Gallardo se apoyó en la contundencia para doblegar a un conjunto japonés que, pese a su entrega, pagó caro su fragilidad defensiva.

Desde el inicio, el “Millonario” se adueñó del balón y mostró una clara superioridad en el manejo del juego. Sebastián Driussi avisó temprano con un disparo que se estrelló en el poste, y poco después, a los 12 minutos, Facundo Colidio abrió el marcador de cabeza tras un preciso centro, adelantando merecidamente a los sudamericanos.

Sin embargo, el gol tuvo un efecto inesperado: River bajó la intensidad y permitió que Urawa creciera en el partido. Los nipones inquietaron el área defendida por Franco Armani, aunque un cabezazo de Marius Hoibraten fue invalidado por fuera de juego y Takuro Kaneko también lo intentó desde media distancia.

River recuperó el control apenas iniciado el complemento. A los 48 minutos, Driussi aprovechó un error en la salida japonesa y marcó el segundo gol, también de cabeza, ampliando la ventaja.

Urawa respondió diez minutos después, con un penal bien ejecutado por Yusuke Matsuo, tras una infracción de Marcos Acuña. El descuento dio algo de esperanza a los asiáticos, pero no fue suficiente.

El equipo argentino selló el resultado a los 73 minutos con otro cabezazo, esta vez de Maximiliano Meza, en una jugada que volvió a evidenciar los problemas del rival en las pelotas aéreas.

“Fuimos contundentes y supimos aprovechar los errores del rival. Muy contentos con este arranque”, comentó Armani tras el encuentro.

foto @RiverPlate (X)

En un vibrante Superclásico argentino, River Plate derrotó a Boca Juniors 1-0 en su propia casa, La Bombonera, con un tanto decisivo de Manuel Lanzini a los 19 minutos de juego. El partido no solo ofreció emociones, sino también momentos de gran controversia, como el gol anulado a Boca en tiempo de descuento tras la revisión del VAR, cuando se detectó una mano de Milton Giménez. Esta decisión generó un ambiente de tensión en los minutos finales, en los que River resistió las embestidas de un Boca que no logró sobreponerse a la desventaja.

Ambos equipos llegaban empatados en puntos y con la necesidad de una victoria para mantenerse en la pelea por el campeonato. River tomó el control desde el inicio, mostrando una sólida defensa y velocidad en las transiciones que dificultaron a un Boca falto de ideas en ataque. Lanzini, en su regreso a River tras varias temporadas en Europa, aprovechó un rebote del arquero Sergio Romero para marcar el único gol del encuentro.

La segunda mitad vio a Boca mejorar su rendimiento, especialmente tras la entrada de Zeballos, pero sus esfuerzos fueron en vano. Un remate de Advíncula que se estrelló en el travesaño fue lo más cerca que estuvo Boca del empate, mientras que River falló en ampliar su ventaja en varias ocasiones claras.

El encuentro cerró con la expulsión de Cristian Lema, quien protestó la decisión arbitral que anuló el gol de Boca, dejando a los aficionados locales con un sabor amargo. Para River, esta victoria no solo significa tres puntos cruciales en la liga, sino también una inyección de confianza de cara a su compromiso en la Copa Libertadores contra Colo Colo.

Este resultado reafirma a River como uno de los equipos más sólidos del torneo, mientras que Boca enfrenta una dura derrota, su primera en casa en casi un año.