foto @FCPorto (X)

El Porto exhibió una capacidad de lucha encomiable al revertir un 0-2 adverso ante un Manchester United que sigue sumido en la incertidumbre. A pesar de estar contra las cuerdas desde temprano, el conjunto portugués nunca bajó los brazos, impulsado por el joven Samuel Omorodion, quien anotó un doblete crucial que parecía sellar una victoria memorable. No obstante, el cabezazo agónico de Harry Maguire en tiempo de descuento rescató un punto para los ingleses, en una actuación que deja más preguntas que respuestas para Erik ten Hag.

El duelo comenzó con un Manchester United explosivo. Marcus Rashford, con su velocidad endiablada, desbordó por el costado izquierdo y aprovechó un error de Diogo Costa para abrir el marcador. El portero del Porto volvió a fallar minutos después ante un disparo ajustado de Højlund, dejando a su equipo en una situación crítica. Sin embargo, el Porto no tardó en reaccionar, y tras una gran intervención de Onana que evitó un autogol, Pepé acercó a los locales en el marcador.

La moral del Porto creció con ese tanto y, antes del descanso, Omorodion empató el partido con un cabezazo imparable. En la segunda parte, los "Dragones" se adueñaron del encuentro y lograron la remontada cuando Omorodion volvió a aparecer, esta vez definiendo con precisión para adelantar a su equipo. La remontada parecía completa, pero en los instantes finales, el United encontró un salvador inesperado en Harry Maguire, cuyo cabezazo selló el 3-3 definitivo.

Este resultado deja al Manchester United en una situación delicada, mientras el Porto demostró que tiene el carácter necesario para competir al más alto nivel europeo.