La noche del 18 de junio de 2016, en Boston, Estados Unidos, será recordada como aquella en la que Lionel Messi le sumó un nuevo récord a su extraordinaria carrera.

Con el tanto que le convirtió a Venezuela, en el triunfo de Argentina por la Copa América Centenario, la Pulga llegó a los 54 goles con la Selección.

El rosarino necesitó 108 partidos para alcanzar la cifra que por el momento también comparte con Gabriel Batistuta, que los consiguió en 77 encuentros disputados entre 1991 y 2002. El ex futbolista de Newell's, River y Boca marcó otros dos en un amistoso contra Eslovaquia B, pero no fue reconocido por FIFA por tratarse de un rival sub 23.

Hernán Crespo, con 35 tantos en 64 partidos, completa el podio de máximos goleadores del seleccionado argentino y Diego Maradona aparece en el cuarto lugar con 34 en 91 encuentros.

Fuente: el liberal

Gabriel Omar Batistuta se retiró en el 2005 del fútbol activo en Qatar. Desde ese entonces se desligó completamente del fútbol. Quiso dejar atrás lo que para él fue su trabajo pero no una diversión, como lo reconoció en contadas ocasiones. Es tanto, que en su casa no hay recuerdo de ese pasado glorioso. Su hijo menor tiene 11 años, nunca lo vio jugar y no logra entender que su padre haya sido una figura del fútbol mundial.

Hay un refrán que asegura que ‘el agua tiene memoria’ y siempre vuelve por donde alguna vez corrió. Eso parece ocurrirle al ‘Bati’. Su pasado en el fútbol fue muy grande y ese peso que cargó en más de 20 años de carrera y del que se desligó hace una década, empieza a hacerle falta.

“Cuando dejé de jugar estaba muy estresado, estaba muy mal, vas teniendo un nombre cada vez más grande y un físico cada vez más chico. Había que mantener ese nombre y cada día tenía menos piernas. Pero ahora se me está pasando, ya hace más de 10 años que dejé, y tengo ganas de volver”, dijo el ex goleador a ‘Canchallena’, suplemento deportivo del diario La Nación, de Argentina.

El argentino se visualiza como técnico, y es de esa forma es como quiere regresar al fútbol. “Si, quiero dirigir, pero acá (en Argentina) no”, aseguró. “Me llamaron de todos lados”, pero todavía no ha dado el paso y se ha negado a las peticiones. Y es que para Batistuta, “el fútbol argentino es un desastre total; nadie sabe ni cuándo juega, es una vergüenza”.

Pero así como tiene claro dónde no quiere dirigir, sí sabe en qué lugar le gustaría empezar su carrera como estratega. “Me gustaría en una liga como la de Estados Unidos. Si me llaman, voy”, fueron las palabras de la ex figura del Fiorentina italiano. “Es un lindo lugar, reúne todas las condiciones”, agregó.

Seguramente la confesión de Gabriel Batistuta  será tenida en cuenta por algún equipo de la Major League Soccer, un hombre con su trayectoria y experiencia no pasa desapercibido y como técnico podría a porta a una liga que cada vez se vuelve más atractiva.

Fuente: mlsfutbol