foto @CruzAzul (X)

Cruz Azul está de regreso en la élite del continente. Con una actuación arrolladora, La Máquina aplastó 5-0 al Vancouver Whitecaps en la final de la Concacaf Champions Cup 2025, disputada en el Estadio Olímpico Universitario, y conquistó su séptimo título continental, igualando al Club América como el equipo más ganador en la historia del torneo.

El triunfo le otorga al conjunto celeste el boleto a la Copa Intercontinental 2025 y una plaza en el Mundial de Clubes 2029, además de poner fin a una sequía de 11 años sin títulos internacionales.

Desde el silbatazo inicial, los dirigidos por Vicente Sánchez impusieron condiciones con presión alta, movilidad y contundencia. El marcador se abrió apenas al minuto 8, cuando Ignacio Rivero capitalizó un error en la salida canadiense tras una recuperación de Rodolfo Rotondi y definió con un potente zurdazo cruzado.

Vancouver no logró reaccionar y volvió a equivocarse al 28’, esta vez por cortesía de Andrés Cubas, quien perdió el balón en una zona comprometida. Lorenzo Faravelli no perdonó y con un disparo desde fuera del área que pegó en el poste puso el 2-0.

Cruz Azul no soltó el acelerador y al 37’ Ángel Sepúlveda apareció dentro del área para rematar un servicio de Rotondi y anotar el tercero. Antes del descanso, Mateusz Bogusz se sumó a la goleada con un disparo potente desde los linderos del área que firmó el 4-0. En 45 minutos, el equipo cementero registró ocho disparos totales, cinco a portería y cuatro goles; del otro lado, Vancouver cerró el primer tiempo sin un solo intento al arco.

El complemento fue mero trámite. Apenas al 50’, una jugada sin aparente peligro se convirtió en el quinto tanto celeste. Tras una caída de Cubas en medio campo, Carlos Rodríguez aprovechó para habilitar a Jorge Sánchez, quien centró para que Ángel Sepúlveda firmara su doblete y cerrara su extraordinario torneo como goleador con nueve tantos.

Del lado canadiense no hubo reacción. Kevin Mier, arquero cementero, fue un espectador más y apenas tocó el balón al 56’, al detener un tibio cabezazo. Incluso el sexto tanto estuvo cerca al 70’, cuando Giakoumakis bombeó el balón tras otro error de Takaoka, pero Ranko Veselinović salvó en la línea.

En las tribunas, los cánticos no cesaban. La afición coreó el nombre de Vicente Sánchez, quien dirigió su último partido al frente del equipo con una ovación. El estratega uruguayo se despide con números impresionantes: 18 victorias, ocho empates y solo dos derrotas en 28 partidos, para un rendimiento del 73.80%.

Además del trofeo, Cruz Azul obtuvo un premio económico de cuatro millones de dólares y cortó de paso la racha de 15 partidos sin perder del Vancouver Whitecaps. El dominio fue absoluto de principio a fin en un Olímpico Universitario teñido de azul.

Con esta conquista, Cruz Azul suma títulos continentales en 1969, 1970, 1971, 1996, 1997, 2014 y 2025, consolidándose como uno de los grandes del área.

foto @Rayados (X)

En un partido marcado por las bajas temperaturas y un campo complicado, el Monterrey se impuso 2-0 al Forge FC en el partido de ida de la primera ronda de la Concacaf Champions Cup. Con goles de Nelson Deossa y Jordi Cortizo, los Rayados demostraron su calidad y se llevaron una ventaja importante de cara al partido de vuelta. A pesar de las difíciles condiciones, el equipo de Martín Demichelis controló el encuentro y dejó al Forge sin opciones reales de gol.

El partido comenzó con el Monterrey tomando la iniciativa, pero las condiciones climáticas y un campo congelado dificultaron las acciones. A pesar de tener la posesión del balón y varias llegadas al área rival, los Rayados no lograron abrir el marcador en la primera mitad. El Forge, por su parte, aprovechó algunos contragolpes y tuvo un par de oportunidades claras, pero no logró concretar.

El complemento comenzó con el Monterrey mostrando mayor intensidad y claridad en el ataque. Al minuto 52, Nelson Deossa abrió el marcador con un potente disparo desde fuera del área, que se coló por el ángulo izquierdo del portero Koleilat. El gol desató la euforia en el banquillo de los Rayados y les dio la confianza necesaria para seguir presionando.

Poco más de 10 minutos después, Jordi Cortizo, quien había entrado como suplente, selló la victoria con un tiro libre magistral. El mexicano colocó el balón pegado al poste, dejando sin chances al portero canadiense y estableciendo el 2-0 definitivo.

A pesar de los intentos del Forge por reaccionar, la defensa del Monterrey, liderada por Luis Cárdenas, mantuvo el orden y evitó que los locales generaran peligro real. En los minutos finales, el Forge tuvo una oportunidad clara para descontar, pero un remate fallido desde dentro del área dejó a los canadienses sin opciones de remontada.

Con esta victoria, el Monterrey se lleva una ventaja importante de cara al partido de vuelta, que se disputará en el Estadio BBVA. Los Rayados buscarán consolidar su pase a la siguiente ronda, mientras que el Forge tendrá la difícil tarea de remontar el marcador en tierras mexicanas.