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El Benfica, dirigido por José Mourinho, logró una importante victoria de 0-2 sobre el Ajax en la quinta jornada de la Champions League, en un duelo entre ambos equipos que hasta ese momento no habían conseguido puntos en la fase de grupos. El sueco Samuel Dahl abrió el marcador apenas al minuto 6 con un remate tras un rebote dentro del área, mientras que Leandro Barreiro sentenció el partido en el último minuto tras un contragolpe definido con precisión tras un pase de Fredrik Aursnes.

El equipo portugués rompió así una racha de cuatro derrotas consecutivas en la competición, mientras que el Ajax, en crisis bajo la dirección interina de Fred Grim, acumula su octava derrota consecutiva en torneos europeos, un duro contraste con su tradición continental. A pesar de dominar el juego en algunos momentos, el Ajax no pudo superar la sólida defensa de Benfica ni la destacada actuación del portero Anatoliy Trubin, quien detuvo múltiples intentos peligrosos.

El Ajax intentó reaccionar, con intentos de jugadores como Vangelis Pavlidis y Wout Weghorst, pero careció de precisión en los metros finales y falló jugadas claves. En el cierre, el gol de Barreiro aseguró una ventaja definitiva para Benfica, que mantiene matemáticamente opciones de avanzar en la Champions con tres partidos aún por disputar.

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Tras una primera mitad trabada y una interrupción de más de dos horas por tormenta eléctrica, el Benfica desató su propia tormenta futbolística en el Inter&Co Stadium y goleó 6-0 a Auckland City, en un maratónico encuentro de la segunda jornada del Grupo C del Mundial de Clubes 2025.

Con un doblete de Ángel Di María desde el punto penal y un despliegue arrollador en el complemento, el conjunto portugués consiguió su primer triunfo en el torneo y se posiciona con fuerza en la lucha por avanzar a los octavos de final.

El modesto Auckland City, que venía de sufrir una histórica derrota 10-0 ante el Bayern Múnich, sorprendió en el primer tiempo al plantar cara a las Águilas. Con una defensa férrea y una actuación brillante de su joven arquero Nathan Garrow, los neozelandeses contuvieron 18 disparos de Benfica y mantuvieron el 0-0 hasta el minuto 45+8, cuando un penal cometido por Haris Zeb sobre Gianluca Prestianni permitió a Di María abrir el marcador.

En medio de la celebración, una tormenta eléctrica obligó a suspender el partido durante dos horas y diez minutos, prolongando el descanso y añadiendo dramatismo a un duelo que, hasta entonces, estaba lejos de ser resuelto.

La reanudación del juego marcó el inicio del vendaval lisboeta. Apenas ocho minutos después, Vangelis Pavlidis marcó el segundo gol tras una gran acción individual al 53’. Diez minutos más tarde, el recién ingresado Renato Sanches amplió la ventaja con un remate desde la media luna que venció a Garrow.

A partir de ahí, el dominio portugués se volvió absoluto. Leandro Barreiro se lució con un doblete entre los minutos 76 y 78, ambos tras asistencias de Pavlidis. El primero empujando al segundo palo y el segundo aprovechando un mal despeje.

En el 97’, ya con Auckland rendido, una nueva infracción dentro del área sobre Di María permitió al argentino cerrar la cuenta con otro penal bien ejecutado, firmando el 6-0 final.

Pese a la goleada, Benfica no vivió una jornada completamente tranquila. El lateral Álvaro Carreras fue expulsado por doble amarilla y se perderá el duelo clave ante el Bayern Múnich. Además, hubo tensión en el banquillo cuando Orkun Kokcu mostró su descontento al ser sustituido, justo antes del gol de Sanches, lo que provocó una reacción irónica del técnico Bruno Lage.

El arquero Garrow, pese a la goleada, fue uno de los destacados del Auckland, conteniendo varias ocasiones claras en el primer tiempo y evitando que el marcador fuera aún más abultado.

Con este resultado, Benfica suma 4 puntos tras el empate ante Boca Juniors y se jugará su clasificación en la última jornada ante el Bayern Múnich, el próximo martes en Charlotte. El equipo bávaro enfrentaba a Boca más tarde ese mismo día.

Auckland, sin puntos y con 16 goles en contra en dos partidos, ha sido una de las notas más vulnerables del certamen. Sin embargo, su primer tiempo ante Benfica al menos dejó una imagen de esfuerzo y dignidad.