Con un ataque certero en la parte final del encuentro, los Diablos Rojos del México (34-9) vinieron de atrás para derrotar 6-4 a los Pericos de Puebla (23-22) y barrer la serie en el Estadio Alfredo Harp Helú. Los capitalinos consolidan así su dominio como locales, donde no pierden una serie desde el pasado 3 de mayo ante El Águila de Veracruz.
En un emocionante duelo de pitcheo, Ricardo Pinto por los Diablos y Vladimir Gutiérrez por los Pericos protagonizaron las primeras cinco entradas con paridad en la loma. Gutiérrez, quien salió sin decisión, trabajó 6.0 entradas de seis imparables y dos carreras, con siete ponches, dejando el juego con ventaja para su equipo.
La Pandilla Escarlata tomó ventaja tempranera en el primer inning con anotaciones de José Rondón y Julián Ornelas. No obstante, los poblanos respondieron con un ataque constante: Christian Adames empató el juego en la tercera entrada; luego, Estamy Urena anotó gracias a un doblete de Phillip Ervin, y Lorenzo Cedrola colocó el 3-2 con una línea remolcadora.
El juego se mantuvo en manos poblanas hasta la séptima entrada, cuando los Diablos reaccionaron con un poderoso rally de tres anotaciones. Ornelas impulsó una con sencillo, y más tarde Arístides Aquino remolcó dos más con imparable al izquierdo, revirtiendo el marcador 5-4. En el octavo episodio, un rodado de Aquino que terminó en doble matanza permitió que Carlos Sepúlveda anotara la sexta carrera del juego.
Ya en la novena, los Pericos amenazaron al colocar corredores en base sin outs, pero una jugada clave del receptor Fernando Villalobos —sacando out en intento de toque— y un doble play de la defensiva sellaron el triunfo escarlata. El japonés Tomohiro Anraku se encargó de cerrar el encuentro de forma impecable.
El bullpen capitalino volvió a responder con solidez: Conner Menez, Gerardo Reyes, Edwin Fierro (quien se llevó la victoria), JC Mejía y Anraku se combinaron para permitir apenas dos carreras en cinco entradas de relevo.
En ofensiva, Arístides Aquino brilló al irse de 4-3 con tres carreras producidas, mientras que Julián Ornelas terminó de 4-2 con dos anotadas y dos remolques. El juego también marcó el esperado regreso de José Pirela, quien debutó esta temporada tras superar una lesión.
Esta fue la sexta barrida del año para los Diablos Rojos, que durante el fin de semana convocaron a 49,137 aficionados al Alfredo Harp Helú. Ahora, los capitalinos emprenden una gira de seis encuentros: primero visitarán a los Sultanes de Monterrey del martes al jueves, y posteriormente a los Toros de Tijuana. Su próximo compromiso como locales será el martes 17 de junio ante la novena regiomontana.
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