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foto @Tuzos (X) |
Sin brillo, pero con vida. Tigres logró salir indemne del Estadio Hidalgo tras igualar 0-0 ante Pachuca en la jornada 16 de la Liga MX, en un encuentro que reflejó más tensión táctica que inspiración ofensiva. El empate alarga la mala racha del equipo dirigido por Guido Pizarro (ausente en el banquillo por suspensión), que sigue sin conocer la victoria como visitante desde su llegada al timón.
Desde el silbatazo inicial, el partido mostró señales de lo que sería: un choque parejo, con aproximaciones interesantes pero sin contundencia. Tigres avisó primero con un potente disparo de Juan Brunetta que exigió una gran reacción de Carlos Moreno. No obstante, fue Pachuca quien tomó el control del ritmo desde el minuto 12, cuando Elías Montiel sacó un misil de media distancia que obligó a Nahuel Guzmán a volar espectacularmente para evitar el gol.
Con el paso de los minutos, los felinos se asentaron en el campo y generaron peligro. Al 20', Fernando Gorriarán probó suerte tras una buena combinación con Bernardo Parra, pero su remate fue contenido por un seguro Moreno. La opción más clara para Tigres en la primera mitad llegó justo antes del descanso: Joaquim Pereira, completamente solo en el área chica y con el portero vencido, mandó su remate por encima del arco en una falla inexplicable.
El complemento trajo una versión más incisiva de los Tuzos. Apenas iniciado el segundo tiempo, John Kennedy se encontró con un balón en el área y sacó un disparo potente que otra vez encontró la figura gigante de Guzmán, quien respondió con otra atajada salvadora.
La respuesta felina llegó al minuto 69, cuando Nicolás Ibáñez robó un balón y dejó a Sebastián Córdova solo frente al arco. El '17' de Tigres desaprovechó la ocasión y mandó su disparo desviado, sellando una noche negra en la definición para ambos equipos.
En los últimos minutos, Pachuca estuvo cerca de romper el cero con un mano a mano de Eduardo Bauermann que también fue frustrado por Guzmán, consolidando al arquero argentino como la gran figura del encuentro.
El empate sin goles reflejó fielmente lo que se vio en el campo: dos equipos con aspiraciones de Liguilla, pero que se neutralizaron mutuamente. Pachuca fue ligeramente superior en posesión y volumen de juego, pero la falta de puntería y un inspiradísimo Nahuel Guzmán le negaron la victoria. Tigres, por su parte, mostró orden y resiliencia, aunque sigue lejos de su mejor versión bajo el mando de Pizarro.
Con este resultado, ambos equipos se mantienen en la pelea por un lugar en la fase final, aunque el margen de error se reduce. El Estadio Hidalgo fue testigo de un duelo intenso, pero sin emociones en el marcador.
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