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| foto Mexsport |
El Club América conquistó su décimo sexto título de Liga MX al empatar 1-1 frente a Monterrey en el Gigante de Acero, resultado que le permitió sellar un 3-2 global y consagrarse como el primer tricampeón en la era de torneos cortos. La hazaña, que revive el dominio águila de los años 80, quedará como un hito en el fútbol mexicano.
El partido comenzó con las Águilas tomando la iniciativa, presionando alto y generando peligro en el área rival. Aunque Henry Martín fue clave en el ataque, una lesión muscular lo obligó a abandonar el campo antes del descanso. A pesar del revés, el América mantuvo su intensidad y encontró recompensa a los 23 minutos. Richard Sánchez, con un disparo espectacular desde fuera del área, puso el 1-0 parcial que aumentó la ventaja global a 3-1.
Monterrey intentó responder, pero la solidez defensiva y las intervenciones del arquero Luis Malagón frustraron sus intentos. Incluso en los momentos de mayor presión, las Águilas se mantuvieron firmes, mostrando un planteamiento estratégico impecable bajo el mando de André Jardine.
En el segundo tiempo, el técnico Martín Demichelis ajustó su esquema y los Rayados incrementaron su dominio del balón. Johan Rojas, ingresado como revulsivo, dio esperanzas a los locales al marcar el empate a los 84 minutos con un disparo preciso tras una jugada individual. Los últimos minutos fueron un asedio constante de Monterrey, pero la defensa americanista resistió estoicamente.
El silbatazo final desató la euforia azulcrema. América no solo consolidó su superioridad histórica en la Liga MX, sino que también rompió con la “maldición” que acechaba a los Rayados en finales disputadas en casa. Este tricampeonato reafirma el legado de las Águilas como el club más exitoso y consistente del fútbol mexicano.
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