Francia debuta sin problemas con triunfo contundente en Juegos Olímpicos

foto Equipo de Francia

 

La selección olímpica de Francia superó con éxito su primer desafío en los Juegos Olímpicos de París 2024 al vencer 3-0 a Estados Unidos en Marsella. El resultado puede parecer engañoso, pero se explica gracias a las destacadas actuaciones de Alexandre Lacazette y el portero Guillaume Restes. Lacazette abrió el marcador en un momento crucial, y Restes mantuvo a raya los intentos estadounidenses de igualar el encuentro, asegurando así una victoria vital para el equipo dirigido por Thierry Henry, que apunta al oro olímpico.

A pesar del resultado final, Francia tuvo un primer tiempo complicado. Estados Unidos, un equipo bien organizado y tácticamente disciplinado, permitió a los franceses tener la posesión del balón, pero sin espacios para penetrar su defensa. La estrategia estadounidense era clara: defender con solidez y buscar oportunidades en el contraataque.

Francia, liderada por un enérgico Michael Olise, intentó encontrar el gol desde el inicio, pero sus esfuerzos fueron en vano. La mejor oportunidad del primer tiempo fue para Estados Unidos, con un contraataque que terminó en un disparo peligroso de Aaronson, detenido magistralmente por Restes.

En los últimos minutos del primer tiempo, Francia tuvo un par de ocasiones, con Mateta y Olise probando suerte, pero el portero Schulte de Estados Unidos respondió bien, manteniendo el 0-0 al descanso.

El segundo tiempo trajo un cambio significativo. Alexandre Lacazette, el jugador más veterano del equipo francés, demostró su experiencia y calidad al minuto 61. Recibió el balón en el borde del área, se giró y lanzó un disparo imparable que abrió el marcador.

A partir de ahí, el partido se convirtió en un intercambio de golpes. Estados Unidos tuvo oportunidades claras para empatar, pero Restes se erigió como una muralla, deteniendo varias llegadas peligrosas. Su actuación fue crucial para mantener la ventaja de Francia.

En el minuto 69, Olise aumentó la ventaja con un disparo espectacular, convirtiendo el 2-0 y desatando la euforia en el Stade Vélodrome. La fiesta se completó al minuto 85 con un gol de Loic Badé, que selló el 3-0 final con un cabezazo tras un tiro de esquina.