“Osorio la tiene dura…”



A veces mis colegas periodistas, por la presión de sacar primero la nota, no se preocupan de investigar lo que verdaderamente sucede. 
Ahora crearon un escándalo al entrenador de la selección mexicana, por supuestamente tener una relación extramarital durante el mundial de Rusia.

A ver no se aceleren… 

Primero a Osorio, no lo queríamos por colombiano. 
El señor llega a México… un país desconocido para él…primero tuvo que cambiar su dieta, y le costó tragar tortillas, y el chile le paso factura.
Se tuvo que acostumbrar al tráfico, la contaminación, las críticas hasta de la señora de la limpieza.
Y finalmente se dio cuenta, que para tener el respeto de los mexicanos, ya tenía la catedral, pero le faltaban sus capillitas.

Juan Carlos es un hombre serio y de familia, por respeto a su mujer le confesó lo que estaba planeando.
-¿Cómo Así? -Preguntó Julieta (su mujer y madre de sus dos hijos).
-Mi amor todos estos maricas tienen amantes por todos lados. Así que necesito permiso para tener una amante de mentiritas…
-Pero Juanca, y ¿Si se entera mi familia en Colombia?
-No se van a enterar y además sólo es de mentiritas…
-¿Es necesario?
-En la Femexfut piensas que soy maricón… ¿Qué prefieres que digan que tengo amante? ¿O que digan que soy puto…?
-¡Juan Carlos! No puedes decir esa palabra, si te escuchan los de la FIFA te multan…
-¿Entonces?
-Una amante está bien, pero yo la entrevisto, la elijo y la controlo…
-Pero mi amor… bueno está bien…

Así Julieta se encargó de conseguir a la candidata perfecta. 
Entrevisto edecanes, actrices de Televisa; y recomendadas de sus amigas, pero ninguna le latía. 
Las mexicanas le parecían mujeres poco confiables. Un hombre guapo, bueno más o menos guapo, con dinero y sobre todo poder era el objeto del deseo de cualquier cuzca arribista.

Una tarde Julieta llevó a los niños al estadio Azteca, para ver un juego del América, allí se encontraría con su marido. 
El chofer la dejo en la zona de ejecutivos, y al bajar del coche vio a una joven llorando apoyada en una columna. 
Se acercó a ella y pregunto:
-¿Qué te pasa niña?
- Mi nombre no está en la lista y no me dejan entrar...  el piojo Herrera me prometió una entrevista… Si lo la hago, mi jefe me corre…
-Nadie te va a correr… ven conmigo…

Así Julieta llevo a Mariana a su palco, y le pidió a su marido que le de una entrevista. Y fue así como Mariana consiguió la entrevista del entrenador nacional, en lugar del entrenador del América… 
Cuando Mariana se acercó a despedirse,  Julieta le dio su teléfono y le pidió:
-Háblame mañana, necesito pedirte un favor.
-Lo que usted quiera señora…
-Llámame Julia, porque de ahora en adelante seremos amigas…

Cuando Mariana salió del palco, Juan Carlos se acercó a su mujer.
-Veo que estás tramando algo…
-Ya encontré a tu amante…
-¿La periodista? ¿No está muy joven?
-El entrenador nacional obtiene lo que se le antoja ¿No?
-La verdad está buenísima…
-Cálmate paisa, que tu tienes dueña… Y si te portas mal te mando al descenso…
-Ya sabes que sólo tengo ojos para ti…

Mariana se entrevisto con Julieta en la pastelería Bondy de Polanco. 
La joven se dio cuenta que se acababa de sacar la lotería. Como periodista joven, no sólo tendría el acceso a exclusivas de la selección, sino que estaría en las fiestas y desmadres de los hombres más poderosos del futbol… 
Estaba pensando en eso cuando escucho a Julieta decir:
-Si aceptas seremos socias, pero eso si Mijita: Donde se come, no se caga… ¿Entiendes? Tu abres la boca, o te metes con mi Juan Carlos, y te ganas una enemiga para toda la vida…
-Lo entiendo…
-¿Aceptas?
-Claro que sí, socia…
Ambas mujeres se dieron un apretón de manos, sin saber que en solo unos meses la vida las llevaría por diferentes caminos.

Mariana comenzó a publicar notas exclusivas y se hizo notar, casi de inmediato, en la descarnada lucha de los periodistas deportivos por obtener notas. 
Pronto recibió ofertas de trabajo; Y ofrecimientos en efectivo, por ceder algunas informaciones. La muchacha se movió de forma cauta, evitando que se enteraran quienes eran sus fuentes. 
De día las camisetas, los jeans y tenis eran su uniforme; De noche los tacones y las minifaldas, detenían la respiración de muchos. 
El entrenador se ganó el respeto de sus jefes, y entró por la puerta grande en el club de los machos mexicanos, con una joven que muchos de ellos le traían ganas… 
Lo mejor que le podía pasar, era que desearan a su amante.

De Julieta fue la idea de invitarla a Rusia, así la podría usar para divulgar lo que le convenía y ahuyentar a las mujeres del mundial, de su marido.

En Rusia el plan iba de viento en popa, Juan Carlos estaba concentrado en su trabajo, empezó con el pie derecho ganándole a Alemania. Vio dos noches a Mariana en el bar del hotel de la concentración, siempre bajo el ojo vigilante de Julieta.

Juan Carlos estaba totalmente concentrado en su trabajo, y se sabía observado de cerca, desde que cometió el error de asistir a la fiesta de los jugadores, donde se dio el escándalo de las edecanes. 
Las que filtraron la nota a la prensa fueron Julieta y Mariana, pero se aseguraron de que el nombre de Juan Carlos, no apareciera en la notas de prensa. 
Julieta se encargó de que su marido y de pasada Julieta, se dieran cuenta, que ella estaba dispuesta a todo para cuidar de su matrimonio.

El problema surgió la noche del triunfo contra Corea, Decio invitó a Juan Carlos a tomar una copa en el hotel. Y se encontraron con un grupo de periodistas, cuando llegó Mariana y besó a Juan Carlos, y le limpió el lápiz de labios de la cara. Fue un gesto inocente, pero uno de los periodistas de ESPN lo vio, y tomó nota mental del hecho. Ese periodista más tarde en una borrachera, le contaría lo que vio, para impresionar a una joven escritora de una revista de chismes. 
La semilla del escándalo estaba sembrada.

Lo demás ya lo saben. 
Por un lado una revista publicó la nota que le vendería miles de copias. 
Por el otro lado un grupo de periodistas y entrenadores nacionales, que frustrados por el éxito del colombiano, estaban haciendo hasta lo imposible para que no renovaran el contrato de Osorio. 
Hay gente dispuesto a cualquier cosa con tal de conseguir sus objetivos…

Lo publicado en la revista, y luego repetido hasta el cansancio es mentira…

Yo insisto y meto las manos al fuego por el entrenador.
¿Y cómo lo sé?
Juanca me lo contó, cuando nos encontramos en el bar del Burdel XO, en Moscú…

Y yo le creo…

EL Demoño.


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