En las calles de Moscú todavía sigue la fiesta de los franceses y lo croatas, no voy a hablar del partido, por que según la FIFA, más de mil millones de personas vieron el juego, y seguro ustedes están contados en esta estadística.
No me gusta remarcarlo, pero como les dije Francia es el campeón.
Y no quiero echar limón a la herida, pero México sigue en el lugar 16.
Mi Resumen del Mundial:
-Francia el justo campeón.
-Croacia llegó donde tenía que llegar.
-Los alemanes siguen deprimidos.
-Los españoles y los ingleses dicen que sus ligas son las mejores, pero nada.
-Los argentinos siguen con su telenovela: “Los basureros también lloran…”
-Brasil siempre llega hacienda ruido, y se va en silencio.
-Los peruanos huelen a ceviche.
-Maradona mostrando su finura, y a este marrano la FIFA no lo multa.
-Rusia un país bello, lástima de gobernantes.
Agradecimientos:
A Don Rubeleone gracias, por invitarme a trabajar durante el mundial en la Red Deportiva Central.
A Lupita gracias, por mandarme los cheques a tiempo, al rato le mando los gastos de la última semana.
Gracias a los lectores que siguieron la aventura de la Columna Mundialista.
Por el momento yo me voy de vacaciones.
Ha me olvidaba de contarles.
Anoche me case con Sabrina.
Cuando estaba terminando de escribir mi columna de ayer, tocaron a la puerta, y al abrir me topé con el General y sus tres angelitos (Ahora mis cuñados).
No entendí una palabra de lo que decían, pero me di cuenta enseguida que venían borrachos y los cuatro traían armas, así que yo me puse flojito y cooperando.
Me llevaron hacia la alberca del hotel, mientras yo rezaba a San Benito en el camino, y comenzaba a lloriquear recordando todas las babosadas que he hecho en la vida. De pronto vi a Sabrina con un velo de novia, y un grupo de militares con los sables desenvainados.
Respire más tranquilo al darme cuenta que solo querían matar mi soltería.
Mañana salgo de luna de miel hacia Acapulco con mi mujer, el General y sus tres vástagos, que se invitaron solos.
Aquí los pinches rusos al ver el desmadre que echamos los mexicanos, piensan que nuestro país es una cantina gigante, que andamos pedos todo el día y que por las noches salimos a la calle cantando el pinche Cielito Lindo…
Hágame el chingao favor…
El pinche quemón que se van a llevar cuando lleguen al aeropuerto y los de aduanas les roben hasta las ganas de vivir…
Como ven yo me voy de Rusia, con la desilusión de no pasar al quinto partido; Con la tristeza por mi cuate Juan Carlos, que anda durmiendo en su coche desde hace tres días, por culpa de la revista de chismes; y casado con una rusita que es un sueño, y en cuanto lleguemos a México, la pongo a bailar en un teibol, para que me saque de pobre…
Jóvenes allí se ven…
El Demoño… cambio y fuera.
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