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Foto: Ligamx.net |
En dos fines de semana, la Máquina ha realizado dos actos heroicos: una goleada que le propinaron a Pachuca la jornada pasada, y ahora, un empate contra Pumas al minuto 93 ni más ni menos que de Enzo Roco.
Con el apoyo de su afición a todo pulmón, el equipo de Pedro Caixinha hizo morderse las uñas a sus seguidores, pero se llevó un empate vital para sus aspiraciones a la Fiesta Grande.
Por otro lado, los de la UNAM necesitaban esta victoria para buscar un lugar en la Fiesta Grande y recuperar el compromiso con una afición golpeada por el mal paso de los felinos en el Clausura 2018 e incluso, una eliminación en la Copa MX, pero siguen en la sombra.
El cuadro de David Patiño sufrió el primer tiempo ante una Máquina que tenía un envión anímico tras el 5-0 ante los Tuzos, y literalmente sufrió, porque en el minuto 12 en una disputa de balón entre Felipe Mora y el central español Arribas, éste pasó por una trágica caída que causó que su brazo se fuera hacia el otro lado, necesitando el cambio de inmediato.
Dicha lesión sólo se quedó en susto, pues el codo de Arribas fue acomodado y éste terminó viendo el juego en la banca.
Pero los felinos tuvieron su recompensa. En el segundo tiempo, cuando más balanceado se encontraba el juego, Gerry Flores barrió a Nicolás Castillo de manera violenta y éste marcó la pena máxima que los ponía arriba en el marcador a los 51’ de juego.
La alegría consumía a los universitarios cuando llegó algo que se presenta mucho en el estadio Azul, pero irónicamente no fue del lado de los locales.
Al minuto 93, cuando todo se veía perdido, Roco aprovechó un tiro de esquina y mandó el balón a las redes, ante el unísono grito de gol en el recinto próximo a clausurarse.
Ahora, Cruz Azul suma 16 unidades y se encuentra momentáneamente en zona de Liguilla, con dos resultados que ilusionan y los mantiene esperanzados en estar en la lucha por el título.
Fuente: Vanguardia
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