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| Foto: WTA twitter |
Beijing vio este sábado un cambio de rumbo en el circuito WTA después de que Simona Halep sentenciara a Jelena Ostapenko (6-2, 6-4) en la primera semifinal para lograr el sueño de su vida: convertirse en número 1 del mundo. Tendrá que esperar al lunes para verlo oficialmente, sobre el papel, pero la rumana de 26 años ya es virtualmente la nueva líder del vestuario tras avanzar hasta la gran final del torneo asiático, desplazando así a nuestra Garbiñe Muguruza del trono. Una carrera de fondo que la de Constanta atravesaba desde mayo y que hoy, en pleno octubre, le ha dado por fin su premio.
Una, dos, tres, hasta cuatro oportunidades le había tendido la vida esta temporada a Simona Halep para escribir su nombres en los libros de historia. En París, en Londres, en Ohio y hoy, en Beijing. Curiosamente, ante Jelena Ostapenko se dio esa primera opción en la final de Roland Garros, una bala que acabaría saliéndose de la diana de la misma manera que las dos siguientes. La letona llegaba encendida a las semifinales de este sábado después de firmar un gran inicio de la gira asiática con título incluido hace unas semanas en Seúl. Por su parte, la rumana había recibido un golpe moral en el torneo anterior, pero aquí volvía a recuperar la motivación al ver cómo Garbiñe Muguruza quedaba en fuera de juego por la lucha de la corona.
Una corona que Muguruza conquistó precisamente en Cincinnati, después de tumbar en la gran final a una Simona que veía ya el número 1 del mundo como un oscuro objeto de deseo. ¿Por qué siempre a las puertas? Remar para morir a la orilla del ático mundial. Tanto ha sufrido la de Constanta que hoy salió a pista con un único objetivo: salir de ella sin remordimientos. Así pudimos ver la versión más sólida y consistente de la pupila de Andrei Pavel. Una jugadora que si empieza a estos niveles y nadie la frena, puede volverse una montaña muy complicada de afrontar. El 6-2 dictaba la gran superioridad que habíamos visto en pista, aunque también sabíamos de las armas de Jelena y su capacidad de reacción.
La segunda manga mantuvo la igualdad hasta que Halep volvió a cambiar los muebles en el quinto juego. La crisis de Ostapenko era notoria, hasta que Anabel Medina bajó a hacerle una visita. “Olvídate del marcador, no tienes nada que perder. Sal ahí, pégale como sabes y mantén actitud positiva en todo momento”. El mensaje entró como un rayo en la cabeza de la de Riga que apenas cedió un punto en los dos siguientes juegos, recuperando el break y atrayendo los fantasmas a la cabeza de la rumana.
Sin embargo, un cuarto intento malgastado hubiera significado una losa para un Simona que se negó a que ocurriera. Recuperó su instinto y sacó de nuevo el disfraz de muro, hasta que Ostapenko terminó por sacar bandera blanca en el último suspiro. Victoria, final y número 1 mundial, la 25ª mujer en conseguirlo y primera rumana de la historia en llegar a lo más alto. Fin del primer reinado de Muguruza en la WTA. A partir del lunes, comienza la Era Halep.
Fuente: Punto de Break
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