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Foto: WTA twitter |
Al cuarto intento por fin salió cara. Garbiñe Muguruza superó en tres mangas a Madison Keys en la tercera ronda de Cincinnati (6-4, 3-6, 7-6) en un partido loco con muchísimos quiebres en el que tuvo que salir airosa en numerosas ocasiones del peligro. La española empezó fuerte, se vio remontar y sufrió como nunca, pero apretó los dientes ante la estadounidense y por eso estará en cuartos de final en la jornada de mañana. Su próxima rival: Svetlana Kuznetsova.
No eran tan diferentes estas dos jugadoras para arrastrar un parcial de 3-0 a favor de la estadunidense. Sí, el primero no fue en partido de cuadro final, pero partido al fin y al cabo. El último, por cierto, hace apenas unas semanas en Stanford, en semifinales, momento en el que Keys aprovechó su momento para meterse en la final y amarrar su primer y único título del año. Lo mismo que Muguruza lograba en Wimbledon unos días antes. Aquí el tablero era Cincinnati, pista dura, en casa de la norteamericana y de nuevo todo de cara para colocar el 4-0 en la rivalidad. Siempre y cuando la caraqueña no dijera lo contrario.
Ya desde el sorteo nos extrañó que Garbiñe eligiera restar, pero en seguida lo entendimos. De los cinco primeros juegos, cuatro fueron breaks, dejando los servicios de ambas contendientes como armas indefensas, de uso inútil en el día de hoy. Luego se fueron entonando, remontándose continuamente la ventaja que iban cediendo el juego anterior. Hasta que llegó el 4-4. Como ya saben, mucho más tratándose del primer set, aquí el mundo se detiene y se lleva a cabo un reset de vuelta a empezar. La reflexión le sentó mucho mejor a Muguruza, quien sumaba un par de games consecutivos para firmar el 6-4. El inicio ya estaba siendo bastante mejor que los otros tres duelos ante Keys.
Ambos entrenadores se dejaron ver por la pista, tanto Sumyk como Davenport, para intentar motivar o corregir a sus pupilas. Lo que está claro es que dio resultado, ya que de los nueves juegos que vimos en la reanudación solo uno fue ganado al resto. Lamentablemente para los intereses de la española, fue el penúltimo y fue a parar a manos de Keys, que se colocaba con 5-4 y ya no perdonaría la oportunidad. En el desorden había gobernado Garbiñe; ya con las piezas en su sitio, Madison fue un poquito mejor. La tercera manga era una realidad y ambas decidieron mantener el camino de la regularidad, con mucha importancia del servicio… pero la lluvia dijo que todavía era pronto para bajar el telón.
Dos horas después, cuando el cielo quiso dar tregua, ambas volvieron a la cancha y los guiones del primer y segundo set se mezclaron. Primero se habían respetado el saque, luego llegó la (segunda) tormenta de rupturas, luego ambas volvieron a subir el tino y, finalmente, cuando Keys sacaba con 6-5 para partido, algo en el interior de Garbiñe saltó como un resorte en busca de justicia. El mero hecho de asegurarse el tiebreak terminó por destruir a la tenista de Illinois, quien hoy por fin probó el sabor de la espada de Madmoiselle Muguruza.
Fuente: Punto de Break
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