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Foto: FCBarcelona twitter |
Al estilo americano. Real Madrid y Barcelona disputaron un partido entretenido, abierto, de ida y vuelta y con muchos espacios para alegría de todos los fanáticos, sobre todo los de Miami. En una noche de espectáculo, los azulgranas se quedaron con la victoria por 3-2.
En solo 7 minutos Barcelona ya lo ganaba 2-0 con goles de Linel Messi, tras aprovechar un error en salida del rival, y de Ivan Rakitic, con un potente remate al borde del área. Un resultado sorpresivo pero que era coherente por lo visto en el inicio en el Hard Rock Stadium.
Sin embargo los blancos llegaron al empate. Primero descontó Kovacic, con un letal disparo cruzado y luego Marco Asensio que culminó de gran manera un contragolpe letal. Fue un primer tiempo intenso, que se jugó a un ritmo altísimo y que demostró que en los clásicos no existen amistosos. Se juega con todo.
El inicio del complemento fue un calco del primer tiempo. Barcelona salió más metido en el partido y generando varias ocasiones claras de gol. Tanta insistencia dio sus frutos, dado que en una pelota parada Neymar -que disputó el que sería su último partido con los 'culés'- mandó el centro al corazón del área y encontró totalmente solo a Gerard Piqué, quien definió de primera para poner el 3-2 que a la postre sería el marcador final.
A partir de los 60 minutos llegaron los cambios y el partido bajó considerablemente en intensidad. Empero, se rescata algunos chispazos de Dani Ceballos e Isco. Mientras que en Barcelona la figura fue el portero Cillessen.
En su gira norteamericana Real Madrid perdió los tres partidos que disputó: frente a los dos equipos de Manchester, United y City, y ahora contra el clásico rival. La otra cara de la moneda es Barcelona, que sumó su tercera victoria consecutiva.
Fuente: La República
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