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Foto: PUMAMexico twitter |
Ya no hubo francés ni tampoco hazaña que salvara a Tigres ante Chivas en la Gran Final. El partido del Rebaño Sagrado en su casa fue más que perfecto, en un escenario ideal, donde dominaron de principio a fin al equipo felino, con todo y su arsenal, para levantar su primer trofeo en el Estadio Chivas, el primero en la era de Matías Almeyda en Liga y el primero después de una década sin títulos.
La estratega de Chivas no cambió en relación a la ida. Matías Almeyda y sus pupilos esperaron al rival, con mucho orden e inteligencia, esperando el momento ideal para matar a los felinos. Tigres, con mayor posesión de la pelota, parecía más cerca del primero, pero el arquero Rodolfo Cota se lució desde la primera llegada.
Cuando Damm se perfilaba para definir, un valiente Cota salió a tiempo para evitar que el velocista de Tigres pudiera tener alguna oportunidad de disparar. Al 16’ llegó el primer dardo, nuevamente de la mano de Alan Pulido, quien no solo festejó sino también besó el escudo tras definir un espectacular pase largo de Alanís con un remate de primera intención en el área, sin dejar caer el balón.
Orbelín pudo haber aumentado la ventaja minutos después, pero Guzmán respondió a tiempo para evitar la sorpresa. De media distancia también buscó Tigres el descuento, pero el primer remate de Aquino terminó por un lado. Un error de Cota en un mal control en el área estuvo a nada de regalarle el gol a Gignac, pero el arquero alcanzó a recomponerse para evitar el gol.
Al final del primer tiempo, un gol parecía darle vida a Tigres aún. El arranque de la segunda parte fue con un equipo regiomontano que se fue con todo al frente. Apenas en los primeros minutos, Cota salvó a su equipo en un mano a mano con Sosa. Minutos después, Juninho mandó el balón por encima de la portería, avisando que el empate se acercaba.
Pero Chivas no permitió que Tigres tomara más confianza y al 69’ prácticamente finiquitó todo con un remate de José Vázquez de derecha, el cual contó con un desvío de Meza para vencer a Guzmán y hacer estallar el Estadio Chivas. A partir del segundo, la desesperación comenzó a adueñarse de los felinos.
Gignac y Dueñas estuvieron a nada de irse expulsados por actitudes antideportivas, dándole más minutos a Chivas para manejar el partido a su antojo en los últimos minutos, donde los festejos ya comenzaban en la tribuna y también en toda Guadalajara. Pero no todo podía terminar con tanta tranquilidad, ya que al 88’, Ismael Sosa prendió un golazo que revivió los fantasmas de la Ida, dándole a su equipo cinco minutos para encontrar un gol.
El cuerpo arbitral decidió agregar cinco minutos, los cuales fueron totalmente de Tigres en busca del empate ante un equipo rojiblanco que ya solo esperaba algún error para matar todo. Antes de pitazo llegó la polémica con un penal que no le fue marcado a Tigres. El error arbitral fue solo unos minutos antes de que el árbitro pitara para que estallara el Estadio Chivas.
Así, en una serie donde Chivas dio cátedra en al menos 170 minutos, el Rebaño Sagrado levantó su doceavo título de Liga frente a un equipo de Tigres que puede catalogar su semestre como un fracaso, ya que no solo perdió la final de Liga, sino también la de CONCACAF Liga de Campeones, pese a toda su inversión que fue borrada por el talento de dos proyectos con base mexicana.
Fuente: Fútbol Pasión
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