Sampaoli con las maletas preparadas para cuando termine la temporada

Foto: adnradio.cl

El ambiente está cada día que pasa más revuelto en el interior del Sevilla y alrededores. Monchi anunció su marcha, traumática tras años de éxitos y gloria, y ahora es Jorge Sampaoli el que ya se encuentra en la rampa de salida. Por mucho que ante los medios de comunicación no dé respuestas categóricas sobre el particular, la realidad es que desde hace días tiene totalmente decidido abandonar el club al acabar la presente temporada e iniciar una nueva etapa como seleccionador de Argentina. No hay vuelta atrás, lo contrario sería una sorpresa, y el club tiene claro que debe contratar a la carrera un nuevo técnico.

Los contactos entre las dos partes se intensificaron desde que la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) decidió despedir a Edgardo Bauza. La vacante de seleccionador albiceleste debía ser cubierta de inmediato y Jorge Sampaoli pasó a primera línea, imposible por el momento contratar al Cholo Simeone. Por muchos muletazos que ha dado el aún técnico sevillista ante la prensa, la realidad es que ya alcanzó un acuerdo con Claudio Tapia, presidente del organismo que rige el fútbol en el país sudamericano. Con contrato en vigor hasta junio de 2018, toca romper el vínculo con el Sevilla, con condiciones perfectamente establecidas en el papel para ello. Según lo firmado, deberá pagar la AFA, o el interesado, una cantidad al Sevilla.

El mosqueo, indignación más bien, en el interior del club es importante, mucho más si de la afición hablamos. Ha pasado en muy pocas semanas de ser venerado a ser considerado un traidor en toda regla. La imagen de Sampaoli en el sevillismo está por los suelos. Las redes sociales echan humo, con buena parte de la masa social exigiendo su destitución inmediata. José Castro, el presidente, aguanta el tirón como puede. Sabe que tiene que buscar entrenador para la temporada que viene y ya se ha puesto manos a la obra para encontrar pronto al mejor sustituto. No quiere saber nada de Sampaoli, sólo esperar a que el asunto quede resuelto. La oferta que se le presentó para prorrogar el contrato, hasta 2019, dejó de estar vigente hace tiempo.

En la mente del entrenador algo empezó a germinar cuando tuvo claro que Monchi abandonaría el Sevilla al acabar el actual ejercicio. Fue el exitoso director deportivo el que apostó por su contratación cuando se dio cuenta de que Unai Emery, semanas antes de que finalizara el pasado ejercicio, tenía decidido fichar por el PSG. La selección argentina apareció en el horizonte hace unos días, pero ya antes Sampaoli había realizado algún movimiento para conocer la situación de algún club. Entendió que su etapa en la institución hispalense no se alargaría más allá del próximo 30 de junio. Algún club deseado no le abrió la puerta y finalmente se coló por la que la AFA le abrió.

Monchi, junto con el resto de estamentos del club, puso al Sevilla en el mapa del fútbol europeo. Esta temporada abandona la disciplina hispalense en busca de nuevos retos.

El Sevilla ya no se fía de Sampaoli, de sus palabras, de sus actos... Se vio obligado a emitir un comunicado la semana pasada al sentirse golpeado, casi humillado, por todo lo que sucedía. Más cuando este pasado fin de semana la cadena de deportes 'TyC Sports' desvelaba una reunión entre Claudio Tapia y Fernando Barredes, abogado del estratega. El encuentro, con imágenes incluidas, tuvo lugar en un hotel de Barcelona y en la misma se fue perfilando todavía más la estrategia a seguir para rematar cuanto antes la operación. Jorge Sampaoli, según se especifica en el contrato, debería pagar una cantidad para desligarse del Sevilla. Igual que está sellado el dinero que percibiría el entrenador si es despedido antes de tiempo.