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| Foto: Multimedios.com |
Tigres parece tener ya el triunfo asegurado ante Pumas, ya que una vez más los venció en casa por 4-0 gracias a cuatro goles bien elaborados, que evidenciaron de paso las carencias de las que ahora sufre el cuadro de Palencia en la defensa y el medio campo por las bajas recientes que ha tenido en ambas zonas.
Al 15’ llegó el primer festejo con un viejo conocido. Ismael Sosa logró aprovechar la floja marca para definir en el área y festejar frente a sus ex compañeros. Los capitalinos pudieron cambiar todo de inmediato, pero Juninho a quemarropa tapó un remate de Rabello, cuando Guzmán ya estaba vencido.
Luego de la falla, Pumas comenzó a perder terreno y los locales generaron llegadas claras que comenzaron a poner nerviosa a la defensa. En la recta final del primer tiempo, Saldívar evitó el segundo en un mano a mano con Vargas, dejando al descanso una ventaja mínima que le daba una ligera esperanza a los visitantes de remontar.
Pero en el arranque del segundo tiempo continúo el concierto de goles. Jürgen Damm aprovechó su velocidad para llegar a la última línea y mandar el balón por el único rincón que Saldívar no podía cubrir, festejando al 54’ el segundo. Vargas dejó ir el tercero en otro mano a mano donde el arquero de los auriazules se lució.
Pero la insistencia ya era demasiada y el mismo Damm sentenció su doblete al 65’ en otra jugada donde, gracias a su velocidad, logró dejar atrás a Saldívar para definir sin arquero. Pero todavía faltaba el gol de André Gignac, el cual llegó al 75’ en un remate colocado en el que el arquero nada pudo hacer.
Con la goleada ya concretada, Tigres únicamente se dedicó a tocar la pelota para cerrar el triunfo por amplia ventaja previo a la final de la CONCACAF Liga de Campeones, dándole un fuerte golpe anímico a los auriazules que ven cada vez más lejana la Liguilla luego de una semana donde sumaron un punto de nueve disputados.
Fuente: Fútbol Pasión
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