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Foto: ClubAmerica twitter |
Venganza consumada. América esta noche hizo un partido inteligente, no fue espectacular, ni fue el mejor rival, pero fue contundente y al menos por hoy eso es suficiente. Venció a Chivas, en el que quizá fue el partido más importante de todos los que disputaron. Volvió la sonrisa bajo el bigote de La volpe.
El cuadro azulcrema venció uno por cero a un Guadalajara que se murió de nada, que cuando dominó se mostró confiado, pero bajo presión no respondió. Fue un tiempo para cada uno. Al final, un mazazo de Oribe Peralta sentenció todo, acabó con la esperanza de un Estadio Chivas abarrotado, que fue mayoría.
El juego arrancó violento. América no reculó en el ataque y puso a sus rápidos torpedos, Da Silva y Quintero, por banda; para recibirlos Chivas plantó una cantada línea de cinco defensores, comandada por la experiencia de Salcido y Pereira. Experiencia vs velocidad.
Superadas las emociones del comienzo, Guadalajara se asentó mejor, había menos presión y miedo en su sangre. Recorrió el campo de norte a sur, tuvo en las botas del “Gullit” y Pulido las primeras de peligro, el “ave” supo recular y salvar, siempre con apuros. Era el precio de buscar las semifinales.
El primer tiempo lo ganó la experiencia, lo ganó en el pizarrón, lo ganó en la calma y lo ganaba en el reloj. Tras 45 minutos, Chivas supo ser mejor rival, mantuvo posesión y lo mejor, mantuvo al cuadro azulcrema en propio campo, dudando: entre matar o morir.
Para el complemento la historia no cambió. America salió a jugarse todo. Decidió ir al frente, a golpear a Guadalajara y lo consiguió, el primero de la noche llegó al 54’. Palmas para Oribe. Sorpresa para Almeyda.
En cobro de córner el pizarrón de La Volpe ganó. Darwin puso desde la esquina un balón con comba hacia afuera. Oribe Peralta arrancó pegado a la línea de gol y tras el centro despegó al manchón penal. Sin saltar, Oribe remató a primer poste, puso un martillazo a la escuadra, a donde Cota no pudo llegar, siquiera lo intentó, no había forma de atajarlo. América comenzó el vuelo a semifinales.
Tras el gol de América, Matías se desprendió de Orbelín y “Gullit”, ambos de modesto partido. Al campo fueron Marco Bueno y Nestor Calderón, piernas nuevas e ideas frescas. Nada más.
Al 78’, otra vez fue el “ave” quien puso peligro en la meta de Cota. En velocidad Mina esta noche no tuvo rival. Despegó desde medio campo, dejó a Pereira y después a Salcido; sobre línea final optó por disparar a meta, ahí a dos manos respondió el cancerbero rojiblanco, que salvó con apuros.
Al final, ganó la velocidad y ganó el América. El cuadro de Coapa se agenció la serie venciendo a su odiado rival por 2 a 1 en el marcador global. Lo hizo metiendo los goles y lo hizo en el Estadio Chivas. Venganza consumada.
Fuente: Fútbol Pasión
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