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| Foto: DKurtenBach twitter |
El colapso de los Golden State Warriors en los últimos tres partidos de las Finales de 2016 ante los Cleveland Cavaliers después de haber ganado tres de los cuatro primeros encuentros todavía escuece en el vestuario del equipo californiano. Sin embargo, no a todos los que ahora visten esa camiseta les sentó de la misma forma, ya que el recién llegado Kevin Durant sí se llevó una gran alegría.
Y no es que haya 'mala sangre', todo lo contrario. El MVP de 2014 empezó a imaginarse dentro de la plantilla californiana durante las Finales, y esa idea empezó a coger forma y fuerza a medida que los Warriors dejaban escapar las victorias a partir del quinto partido, llegando al séptimo, en el que acabó confirmándose lo que temían.
Durant sabe que de haber ganado el segundo anillo seguido con el mismo núcleo, sus posibilidades de firmar con Golden State se verían reducidas, pero una victoria de Cleveland supondría pie y medio en una reunión para ficharle en julio, algo que el entonces jugador de los Thunder esperaba.
"Ví el partido con mi agente y estuve todo el tiempo mirando dónde y cómo podría encajar en este equipo. Me encanta verles jugar, la forma en la que meten triples tan abiertos. Sabía que si estuviera con ellos podría ayudarles, y empecé a meditar mi decisión."
Las sensaciones en los primeros partidos de pretemporada de Kevin Durant en su nuevo equipo son muy buenas, y ya hay muchas ganas de ver el primer partido de la temporada, en el que los Warriors recibirán a los San Antonio Spurs.
Fuente: Blogdebasket
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