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| Foto: Reuters |
En las primeras 11 horas como nuevo entrenador del Newcastle United, Rafa Benítez ya había dado dos ruedas de prensa, había cancelado el día libre de los jugadores y realizado dos sesiones de entrenamiento, firmó el contrato por tres temporadas, tuvo tiempo para hablar con el capitán Coloccini, probó tácticas para el partido con el Leicester y vio un vídeo de los últimos 10 partidos de las urracas.
Hasta se atrevió a avisar a su nueva plantilla de que habían "decepcionado a sus aficionados", cita uno de los diarios de la zona.
La llegada del ex entrenador del Real Madrid al noreste de Inglaterra supone la tercera aparición del madrileño en un banquillo de la Premier League, tras su exitoso paso por el Liverpool y un tenso periodo en el Chelsea, con buena parte de los hinchas en contra, culminado con una Europa League.
Sin el prestigio que Anfield y Stamford Bridge llevan implícito con sólo recostarse sobre el asiento, Benítez afronta nueve finales para salvar a uno de los clubes históricos de Inglaterra, después de un debut con derrota contra los de Claudio Ranieri, quien comparte pasado en hasta cuatro equipos como entrenador con el español.
El milagro que Vardy, Mahrez y compañía están obrando sólo sería comparable al de los de blanco y negro si salen de su crisis, toda una resurrección. Sin brillo y en un partido discreto, los 'foxes' mantuvieron la ventaja de cinco puntos respecto al Tottenham en el liderato gracias a un golazo de chilena del japonés Shinji Okazaki en la primera mitad (1-0), tras una jugada a balón parado.
El nipón es otro de los secundarios destacados a añadir en la lista que conforman otros como Albrighton, Leo Ulloa o el cada vez más determinante N'Golo Kanté.
El Newcastle mejoró su deteriorada imagen, pero lo números siguen siendo un baño de realismo para ellos: no ganan fuera de casa desde 2015 y acumulan nueve derrotas, dos empates y dos victorias en 13 partidos. Eso sí, hubo una buena segunda mitad en la que los de Benítez mostraron una estabilidad defensiva mayor que de costumbre en el King Power Stadium, dividido entre los visitantes que pedían ayuda ("SOS Benítez", rezaba una pancarta), y los locales que cantaban "te despedirán por la mañana" en su estreno.
Fuente: AP
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