Escrito por el Artillero
Sí, es cierto, Tigres es campeón a pesar de “Tuca” y gracias a que Pumas no jugó con once hombres en gran parte del encuentro.
Además ganar en penalties ya es otra cosa, porque en la cancha Pumas los arrasó, los hizo pedazos, los evidenció, o mejor dicho “ventaneó” al “Tuca”, el “Tuca” medroso, inseguro, que con un plantel muy superior a los felinos de Ciudad Universitaria fue a defender un marcador de 3-0 y por poco sale un Tigres trasquilado.
Aún más, cuando en tiempos extras Tigres anotó el cuarto gol, el de la ventaja y Pumas jugaba con 10 hombres, otra vez se echó para atrás y casi mete el autobús, el avión y todo lo que se pudiera a su portería.
Craso error, casi imperdonable, porque si bien Pumas atacaba esporádicamente, se “presentía” que a balón parado podría anotar el gol del empate a 4.
Y así fue, en un tiro de esquina Juninho se fue en banda y Alcoba fusiló a Nahuel Guzmán, a un minuto de terminar el segundo tiempo complementario.
Y no me digan que fue fortuito el gol. “Tuca” ya había hecho todos sus cambios……defensivos, todos defensivos.
Sacó a Jürgen Damm, a Javier Aquino y al volante Dueñas, para meter al “Gringo” Torres, al defensa Briseño y a Egidio Arévalo.
Dejó en la banca a Damian Alvarez, a Joffre Guerrón y para que les digo más.
Como siempre ¡Se acalambró!
Y como siempre en el pecado llevó la penitencia y le empataron.
Que ganó en la tanda de penales, sí, es cierto, pero a mi gusto “Tuca” por poco y pierde todo, por temeroso, por no saber ganar con autoridad, por no tener convicción de que el fútbol se gana con goles y, de creer, eso se piensa o se dice, que los Tigres “asustan” con tanto estrella en su alineación.
Para los jugadores Tigres mis respetos y admiración por la calidad que tienen. Nadie lo duda….bueno parece que alguien sí. Son futbolistas de gran nivel, sobre todo André Pierre Gignac.
Hipotéticamente, solo como imaginación, si el francés estuviera con los Pumas, otro gallo les cantaría.
¿O no?
Para los jugadores Pumas mi homenaje a su esfuerzo, a su vergüenza deportiva, a su “coraje” y a su gran amor a los colores.
No les alcanzó porque en la dirección técnica tienen a otro mediocre que prácticamente entregó el partido en la Sultana del Norte, al caer 0-3.
Ya en Ciudad Universitaria del D.F. Pumas salió por todo, salió a morirse en la cancha, a generar una voltereta sensacional que no pudo ser por la expulsión de Eduardo Herrera.
Aún así, con 10 jugadores, Pumas fue mejor, más valiente, como cabía serlo, arriesgó al máximo y aprovechó la timidez de “Tuca” para apedrearle el rancho, donde el portero Nahuel Guzmán se erigió en salvador y evitó el drama norteño.
A los jugadores de ambos equipos, nuestro reconocimiento.
Fueron gallardos, profesionales al ciento por ciento y tal vez más, se comportaron a la altura de las circunstancia y dejaron clara huella de su calidad.
Sus entrenadores son otra cosa.
Hay que tener compromiso, ser leales, al fútbol y a sus instituciones.
Tigres nunca se quitará la vergüenza de caer ante River Plate en la forma como lo hizo.
Pumas no se olvidará del “Volcán”.
Ahí quedan dos muestras de que el miedo, el temor, la falta de querer ser lo que eres, tiene factura.
Pumas la pagó en Monterrey y Tigres la pagó a medias en Ciudad Universitaria.
Benditos penales para unos, los campeones; y malditos para otros, los Pumas que fallaron.
En la cancha Pumas hizo la hombrada, en la que pocos creían y es triste que no coronaran ese fuerzo.
Tigres metió los penales, pero no puede vanagloriarse de ser superior a Pumas, a pesar del plantel que tiene “Tuca”.
Y si no lo cree, puede decirse con propiedad que la diferencia fue Gignac y la expulsión de Herrera.
Como Gignac que vengan al fútbol mexicano todos los que quieran.
Tigres, campeón, sí, gracias a Gignac y a pesar de “Tuca”
Pumas subcampeón, porque Memo Vázquez se comportó como un mediocre, allá en Monterrey.
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