He tenido
algunas críticas de personas incluso de colegas del medio porque según no soy
un periodista neutral…pero, ¿Qué puedo hacer? Si mi amor por Santa Fe viene de
mi abuelo y mi padre, eso no significa que cuando Santa Fe juega mal no lo voy
a criticar, todo lo contrario, soy el que más duro lo enjuicia.
Y es que…
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Mi madre en algún momento me comentaba que el día en que yo
nací, tan pronto mi padre me vio y me alzó por primera vez, lo primero que me
dijo fue ¡Santa Fe! ¡Santa Fe!.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si mi primer regalo de cumpleaños fue un balón de fútbol y
el uniforme de Santa Fe, allí de mis primeras patadas a la pelota.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si me encantaba ir de visita a donde el abuelo Carlos a que
me contara aquellas historias de los 50’s y 60’s de Manuel Pacheco “Manolin”,
Carlos Aponte, Oswaldo Panzutto, Omar Lorenzo Devanni, entre
otros.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si mi padre y mi tío también me contaban historias mágicas que
aunque parecían mitos eran realidades, de Manuel Ovejero, Alfonso “el maestrico”
Cañón, Ernesto Díaz, Carlos Pandolfi, etc.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe;? Aunque mi padre nunca promovió la violencia, siempre me
cuenta aquella historia de 1989 cuando le tiró un radio de pilas en el estadio a Efrain Pachon quien era el presidente del equipo; “el radio le pasó rozando la
cabeza, menos mal nunca le pegue, aunque se lo merecía” luego de que Santa Fe
vendiera a Freddy Rincón, Jorge Balbis, Wilmer Cabrera, Eduardo Niño y Sergio “el checho”
Angulo al América de Cali. Esa pasión por Santa Fe la heredé de él.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si desde que tengo memoria iba al estadio, acompañando a la
famosa barra la Galaxia Roja, con un personaje muy particular “El guri guri”
que con su ronca voz cantaba “yo, te daré, te daré niña hermosa, te daré una
cosa, una cosa que yo solo sé, ¡SANTA FE!
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Era tradición de todos los domingos ir al medio día por
la frijolada de la abuela y de ahí partir al estadio y terminando el partido,
mi padre y sus amigos al lado de una canasta de cerveza, comentando sobre como habia jugado Santa Fe, allí en el palacio del colesterol.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si jamás podre olvidar aquel momento en que mamá me castigó
no dejándome ir al estadio, me había ido mal en el colegio, ese día casi muero,
lloraba de la rabia, ese día no pude acompañar a papá.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si mi papá a los 6 años me metió a jugar en las divisiones
inferiores de Santa Fe, entrenaba en La Florida y jugaba los campeonatos en las
canchas de Chigüiros, aquellos memorables clásicos contra la Escuela de
Alejandro Brand.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si a mis 27 años era la primera vez que veía a Santa Fe campeón,
no mucha gente aguanta tanta espera.
¿Cómo no ser
hincha de Santa Fe?; Si viviendo en Estados Unidos, no me importó nada y viaje a
Bogotá a ver en el 2012 a Santa Fe campeón, nunca me olvidare de aquel momento
en que desde Occidental numerada, abrazaba a mi papá y festejaba la séptima de
Santa Fe.
¿Cómo podría yo no ser santafereño?
Juan David Rozo
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