El mundial entra en su fase de semifinales y final. Y parece que a nadie le interesa más lo que suceda.
En las noticias deportivas alrededor del mundo los titulares los ocupa: La posible salida de Cristiano Ronaldo del Real Madrid y su llegada a la Juventus; el ajedrez de contrataciones del Barcelona.
En Argentina, nadie quiere la papa caliente de la selección.
En España Luis Enrique fue nombrado entrenador de la selección para los siguientes dos años.
Los alemanes guardan silencio, ante el rumor de una limpia.
Colombia y Perú se quedaron sin entrenadores y continuidad.
En México se habla de la salida de Osorio, y se comienza a especular con diferentes candidatos para el siguiente ciclo.
Por otro lado la telenovela de Sampaoli, en Argentina sigue: Después del motín de los jugadores durante el mundial. Ahora el entrenador se presenta con sus abogados y anuncia que quiere seguir trabajando. ¿Cómo? ¿Por qué? Simplemente por que si lo corren, hay una clausula de recesión de ocho millones de dólares.
Si no lo quieren le tienen que pagar por irse.
Francia-Bélgica y Croacia-Inglaterra es como una telenovela donde no llega al final ninguno de los protagonistas. La pareja principal desapareció a mitad de la historia, el antagonista se fue de vacaciones.
Y no se entienda mal, el nombre de Francia e Inglaterra pesan y mucho. Además Bélgica y Croacia tienen buen fútbol.
Pero no dan raitings, y el Mundial es un espectáculo, en este caso deslucido, por la ausencia de los equipos grandes.
Los puristas estarán pensando ¿Qué dice este tarado?
Pasaron los de mejor fútbol, y los cuatro merecen estar allí.
Yo no hablo de merecimientos, igual el futbol mostrado por Inglaterra a mi no me gusta, pero estoy hablando de negocios.
Para la FIFA si hay algo que genera dinero, no es la venta de boletos. Son los pagos de derechos de transmisión por la televisión, radio e internet. Lo que genera el dinero grande.
Además las cadenas de televisión que pagan, lo hacen con la esperanza de recuperar su inversión con la venta de publicidad a los patrocinadores, y los raitings determinan el precio de los spots comerciales.
Con Francia e Inglaterra, tal vez recuperen un poco; Pero imagínense si llega Bélgica y Croacia, el negocio se va al carajo…
Mientras esto pasa, en México el Emperador Decio de María I ya prepara la sucesión a su heredero, su hijo putativo de la línea sanguínea de los televisos.
Por ahora no muestran interés para efectuar ningún movimiento que llame la atención del pueblo. Pero conociendo su historia reciente en el “Juego de Tronos”, se espera una noche de venganzas, golpes y asesinatos sangrientos, donde el nuevo Emperador sea nombrado; y la sangrienta sucesión nomás sea un divertimento para saciar la sed de los dioses sanguinarios de la vieja Tenochtitlán.
El poder señores es un negocio hereditario que no admite cambios.
Y al que me alegue los cambios políticos en México, yo le respondo:
-Ya veremos si piensan lo mismo en seis años…. Ja ja ja ja…. (Risa con eco al final).
El Demoño.
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