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Foto: rolandgarros twitter |
Por tercera vez, Juan Martín Del Potro se clasificó a los cuartos de final de Roland Garros. Encontrándose con una balanza de 1-1 en esta ronda, querrá observar lo que obtuvo el año 2009 al llegar a las semifinales. Además estuvo muy cerca de la final pero se encontró con un Roger Federer que le despertó al remontar un 2-1. En esta edición, continúa sin perder un parcial desde que lo hiciera en el primer set del torneo ante Nicolas Mahut.
Derrotó a un oponente que se presuponía complicado ya que había perdido en sus dos últimos enfrentamientos. Era la primera vez que se veían las caras sobre tierra batida y en hora y 59 minutos el tandilense marcó un 6-4, 6-4, 6-4. Los precedentes avisaban que el servicio iba a tener un importante poder y Juan Martín, con la tarea aprendida, arrancó muy concentrado sabiendo que cualquier momento podría ser un punto inflexión. El cuarto juego fue muy peligroso para él ya que tuvo que levantar un 0-30. A partir de entonces, su confianza fue en aumento y en el séptimo aprovechó la segunda bola de break que dispuso para obtener una diferencia que sería vital para el devenir del set.
En los puntos que se jugaban desde el fondo, una gran mayoría tenían color albiceleste. Isner, no quería entrar en aquel juego y cometía errores no forzados muy precoces durante los intercambios. Aun así, tuvo la opción de quebrar cuando iba por delante en el segundo asalto con 0-1. Fue un juego en el que el argentino tuvo que agarrarse a su segundo servicio para salvar dos opciones que volvieron a llenar de seguridad su rendimiento sobre la Suzanne Lenglen.
Sentía que era el dominador sobre la cancha y cuando nuevamente pudo llegar la opción del break lo aprovechó. Su moral iba en aumento al presenciar que su ritmo se imponía . El aspecto psicológico también fue muy importante mientras que el estadounidense iba perdiendo sus bazas sin encontrar un camino fiable. Mientras comenzaban a caer las primeras gotas de lluvia, Del Potro se sentaba con otro 6-4 en el marcador.
El argentino volvió a acechar nada más arrancar la que sería la manga definitiva. Aun así, John tiró de temple y no quiso que la diferencia se propagara. Sin embargo, dos juegos más tarde, tuvo que ver cómo perdía en blanco su turno. Del Potro, por su parte, continuó sin perder la concentración, aupándose con los intercambios desde el fondo y sin dudar cuando tenía que poner la bola en juego. Ofreciendo sensaciones positivas con 3-5 tuvo una bola de partido que salvó Isner de manera correcta pero después cuando dispuso de poder no lo desaprovechó. Sin que la meteorología lo interrumpiera obtuvo el pase para enfrentarse al ganador entre Cilic y Fognini.
Fuente: Punto de break
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