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Foto: si.com |
El movimiento del año. La investidura de una nueva posible orquídea de honor en el jardín. Kyrie Irving inició una rebelión para salir de los Cavaliers a finales del mes de julio (quería ser traspasado) que ha dado con su juego diferencial en los Boston Celtics. Ya sí de manera oficial desde este jueves, Irving es la nueva superestrella de la organización con más campeonatos (17) en la NBA. Será, pues, el astro diferencial en quien Boston ha confiado su presente y futuro —dieron mucho para conseguirle—.
Tras seis temporadas en los Cavaliers, las tres últimas como primer general de LeBron James, y habiendo sido decisivo en la consecución del único título en la historia de Cleveland, Kyrie Irving interrumpe —no sabemos si por siempre— su obra en Ohio. Y toda vez que su traspaso a Boston se ha anunciado de nuevo por las entidades involucradas, el base ha querido despedirse de la ciudad que le acogió desde el número 1 del Draft 2011. El vídeo que Kyrie ha colgado como despedida denota importante carga de sentimentalismo. Habla el corazón de la estrella.
“Uno entiende que la magnitud de las decisiones que toma puede afectar a mucha gente algunas veces. Cuando llegas a ese punto, entiendes tus mejores intenciones y cómo quieres conseguirlas”, introdujo primeramente Irving, quien dijo que simplemente quiere “ser feliz” y que su deseo de marcha era para ser un mejor jugador.
Pasar al siguiente nivel
Se cansó de la musculada sombra de LeBron James. “No hay razones extra (para su marcha) que el querer ser feliz y estar en un ambiente que pueda maximizar mi potencial, como persona y como jugador”, continuó Irving, dejando de manifiesto su deseo de pasar al siguiente nivel en su carrera, en el que él sea el primero el blandir las armas.
El base ya de los Celtics también quiso agradecer a Dan Gilbert, propietario, todos sus años juntos, además de la investidura como profesional brindada desde el Draft 2011. “Dieron la oportunidad a un pequeño chico de 19 años que estaba saliendo de un problema en el pie derecho y estaba en un momento muy inmaduro”, relata Irving.
Y después llega la parte emotiva con Cleveland, franquicia, aficionados y compañeros. “Pasé parte de mi vida y mis años NBA en Cleveland, en un gran lugar, estando ahí desde el principio en 2011, y acabando ahora en 2017, eso es una locura para mí. No diré que este es el fin de una amistad o algo así porque vosotros entendéis lo mucho que significan esos momentos para mí. Ha sido una experiencia increíble como increíbles son los logros que conseguimos en este tiempo de seis años”.
Fuente: NBA Maniacs
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